Tegucigalpa, Honduras.- A casi dos décadas de la vigencia del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos de América, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-DR por sus siglas en inglés), se plantea la revisión de una disposición, pero, por otra parte, se podrían imponer aranceles a las mercancías que se intercambien entre las naciones suscritas al acuerdo.
Ambas medidas provocarían un significativo impacto en la economía de Honduras y que se traduciría en pérdidas, una problemática interna de abastecimiento de granos básicos hasta mayor desempleo en un país donde más de dos millones de personas no tienen una fuente de trabajo o están subocupados, coincidieron expertos consultados por EL HERALDO.
Maíz amarillo, arroz, soya y trigo son los productos que viene importando Honduras de EUA con cero aranceles, de conformidad a lo establecido en el CAFTA-DR.
La entrada de maíz procedente de suelo estadounidense ascendió a 7.6 millones de quintales en 2023, con un costo de 241.6 millones de dólares, de acuerdo con datos del Banco Central de Honduras (BCH).
Mientras que las importaciones de arroz suman más de 1.7 millones de quintales, por los que se pagaron 79.2 millones de dólares.
Las exportaciones de Honduras a Estados Unidos, considerado el principal destino de envíos en Norteamérica, sumaron 1,872.3 millones de dólares a noviembre de 2024 y las importaciones alcanzaron $4,560.1 millones, por lo que la balanza fue deficitaria en 2,687.7 millones de dólares.
En el 2006 entró en vigor el referido acuerdo en materia comercial, que según información de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos de América, el comercio de bienes y servicios de la nación del norte sobrepasaron los 108,500 millones de dólares hace dos años.
Con el retorno de Donald Trump a la Presidencia de EUA podría concretarse las amenazas de imponer aranceles a las mercancías provenientes del exterior, por lo que no se descarta que las naciones centromericanas corran la misma suerte en el marco del CAFTA-RD. El titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (SDE), Fredis Cerrato, instó al nuevo gobierno estadounidense a la revisión del artículo 3.18 de este TLC.
“Las partes establecerán una Comisión de Revisión Agrícola en el año 14 después de la fecha de entrada en vigor de este tratado para revisar la implementación y operación del tratado en lo relacionado con el comercio de mercancías agrícolas”, subraya la disposición.
Añade que “la Comisión de Revisión Agrícola deberá evaluar los efectos del proceso de liberalización comercial bajo este tratado, la operación del artículo 3.15 y la posible extensión de medidas de salvaguardia agrícola bajo ese artículo, el progreso hacia la reforma global del comercio agrícola en la Organización Mundial del Comercio y los desarrollos en los mercados agrícolas mundiales”.
Grave error
“Pienso que sería un gravísimo error si dependemos de cuatro materias primas básicas en el día a día del hondureño. No encuentro la razón de atacar el tratado (refiriéndose al CAFTA-RD); el problema es que no aprovechamos todos los años que nos dio este acuerdo de protección para que migráramos a cultivos de valor, a cultivos exportables”, manifestó a EL HERALDO el exdirector ejecutivo de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh), Guillermo Cerritos.
Indicó que “el impacto que tendría, por ejemplo, si usted grava 15 millones de quintales de maíz amarillo con un 20% o 30%, quiere decir que el costo final se lo van a trasladar a aquel ganadero que irá a una agropecuaria a comprar un alimento balanceado”. En el caso de las exportaciones, Honduras no tiene cuota, techo, ni límite para poder enviar productos agrícolas, mariscos, tabaco, entre otros bienes libre de impuestos a un mercado que está a un mínimo de dos horas de distancia en transporte aéreo y de 15 a 50 días vía marítima, destacó el especialista.
Advirtió que al imponerse impuestos a mercancías que comprende el CAFTA-RD se generaría nuevas problemáticas para la producción del melón, ocra y caña de azúcar concentradas en la zona sur del territorio nacional e implicaría darle el tiro de gracia a esos rubros y también a empresas.
Revisar alternativas
De su lado, el miembro de la junta de vigilancia del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Rolando Alvarenga, informó a EL HERALDO que “vamos a revisar cuáles serían las alternativas reales que tiene el país porque estos convenios al ser multilaterales pueden afectarnos en vez de mejorar la situación”.
La producción nacional debe de mejorar e incentivarse desde el gobierno porque si se cosechara el maíz que requiere la agroindustria y lo necesario para consumo interno no habría necesidad de importaciones, reiteró.
El titular de la Fenagh, Héctor Ferreira, aseguró a este rotativo que “es una medida (refiriéndose a la revisión del CAFTA-RD) que nosotros desde hace años atrás venimos empujando, viendo que el sector productivo del país no tiene las facilidades para poder producir como tienen los países desarrollados que subsidian a sus productores, en este caso directamente hablando de los Estados Unidos”.
“Las oportunidades y dificultades podemos verlas, analizarlas, tomar en consideración qué es lo que más le conviene al país, pero sobre todo voltear a ver a la gente al campo, que cada vez nos estamos empobreciendo más en vez de generar riquezas y es donde creo que los gobiernos deben de enfocarse en poder producir alimento para la población y poder generar divisas con las exportaciones”, sostuvo.
El también asesor de la Cámara Hondureña de la Leche (Cahle) reconoció que este tema no será fácil de abordar debido a que la negociación de este tratado se hizo de forma regional, entre los países de Centroamérica con los Estados Unidos, que es el más importante socio comercial para Honduras.