Las entradas de inversión extranjera directa (IED) en América Latina y el Caribe disminuyeron 9.1% en 2015 en comparación con 2014, llegando a 179,100 millones de dólares, el nivel más bajo desde 2010.
Así lo informó hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su sede en Santiago, Chile.
Agrega que ese resultado se explica por la caída de la inversión en sectores vinculados a los recursos naturales, principalmente minería e hidrocarburos, y la desaceleración del crecimiento económico, sobre todo en Brasil, señala el organismo de las Naciones Unidas en su informe anual “ La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe 2016”.
No obstante, el Banco Central de Honduras (BCH) reveló que la inversión extranjera experimentó un ligero crecimiento de 59.4 millones de dólares en el periodo 2014-2015, al pasar de 1,144.1 a 1,203.5 millones de dólares, equivalente a 5.2 puntos en valores porcentuales.
Para 2016, la Cepal proyecta que la IED se mantendrá en niveles inferiores a los alcanzados en los últimos años, en línea con las perspectivas económicas.
Podría disminuir hasta un 8%, aunque seguirá siendo un factor importante en las economías de la región, por lo que urge atraer flujos de calidad, dice la Comisión.
Para el BCH, la inversión extranjera directa experimentará en Honduras un leve incremento de 57.8 millones de dólares, ya que se estima 1,261.3 millones de dólares en IED, significado un aumento porcentual de 4.8%.
“En la actual configuración de la economía global, la inversión extranjera directa está llamada a jugar un rol relevante en los procesos nacionales y regionales de desarrollo. Con políticas activas e integradas, los países pueden aprovechar estos flujos para diversificar sus economías, potenciar la innovación y la incorporación de tecnología y responder a los desafíos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.
El descenso registrado en 2015 en América Latina y el Caribe contrasta con el dinamismo observado a nivel global, apunta el documento. El año pasado, los flujos mundiales de IED aumentaron 36%, llegando a un monto estimado de 1.7 billones de dólares, empujados por una intensa ola de fusiones y adquisiciones, sobre todo transfronterizas, focalizada en los países desarrollados, en particular Estados Unidos.
Pese a la baja general, los resultados por países fueron dispares. En Brasil la IED se redujo 23%, hasta los 75,075 millones de dólares, manteniéndose como el principal receptor de estos flujos en la región (acumulando 42% del monto total).
47,362Millones de dólaresrepresentaron las salidas de la IED desde la región el año pasado. |
En México, segundo mayor receptor, las entradas aumentaron 18%, alcanzando 30,285 millones de dólares, uno de sus niveles más altos en siete años. El sector manufacturero, principalmente la industria automotriz, y las telecomunicaciones recibieron las mayores inversiones en ese país.
La disminución de los precios de los minerales afectó negativamente los ingresos de IED en Chile (20,457 millones de dólares) y Colombia (12,108 millones de dólares), que cayeron 8% y 26%, respectivamente. Al analizar la distribución sectorial de estos flujos, se observa, por ejemplo, que en Colombia la participación de los sectores primarios (entre ellos la minería) se redujo del 51% en 2010-2014 al 31% del total en 2015.
En Argentina las entradas aumentaron 130% hasta los 11,655 millones de dólares, alza que se explica porque en 2014 se contabilizó la nacionalización del 51% de YPF realizada en 2012 (que significó una desinversión de cerca de 6,000 millones de dólares en 2014).
En Centroamérica los ingresos de IED aumentaron 6%, totalizando 11,808 millones de dólares. Con 43% del total, Panamá continúa siendo el principal receptor en la subregión; le siguen Costa Rica (26%), Honduras (10%) y Guatemala (10%).
Por su parte, la inversión extranjera directa en el Caribe disminuyó 17% hasta alcanzar 5,975 millones de dólares.
En 2015 Estados Unidos se posicionó nuevamente como el principal inversor en la región (con 25.9% de la IED), seguido de los Países Bajos (15.9%) y España (11.8%).