Los clásicos tienen una magia especial por reunir a los equipos más importantes de una región y son ese tipo de partidos que no tienen comparación; la gente los espera y son como una final adelantada.
Los clásicos marcan a los futbolistas y te pueden llevar de la gloria al desastre.
Por lo general, los enfrentamientos entre Motagua y Olimpia han sido partidos muy parejos donde predominan los empates con pocos goles, pero de vez en cuando ambas instituciones se salen de lo común y libran batallas épicas.
Hoy queremos recordar dos juegos que han quedado registrados en la historia como de los mejores clásicos capitalinos. En ambos derbis hubo goles, el principal ingrediente deportivo.
El primer gran choque sucedió el 28 de julio de 1980, en la tercera vuelta del campeonato liguero, cuando Blancos y Azules se enfrentaron en el Nacional y empataron 3-3. Fue un partido de altos quilates, Motagua estaba en cuarto lugar de la tabla y Olimpia en octavo.
Era la fecha 22 de un torneo liderado por la Máquina.
El Ciclón abrió el marcador con gol del brasileño Marquinho, luego el Perro Gonzales igualó los cartones. Juvini Carreño se agenció dos anotaciones y las águilas parecían ser los vencedores, pero José Luis Yanuario por los Blancos también se anotó un doblete a su cuenta personal.
A ese encuentro pitado por Félix Gómez llegaron más de 9 mil espectadores.
Más adelante, el 3 de julio de 2000, Leones y Águilas pisaron el Nacional con la esperanza de ganar, pero nuevamente se repitió un abultado 3-3.
El zurdo Danilo Tosello abrió la cuenta al minuto 1 y Clavasquín empató a los 9, luego Tosello volvió a golear y Amado Guevara estableció el 2-2.
Los clubes se fueron al descanso y lucharon por el triunfo. En un parpadeo, Gustavo Fuentes ponía a ganar a los Azules ,pero Luis Oseguera en el minuto final marcó el tanto de la paridad. En este juego ingresaron 10 mil 500 espectadores.
Una de las incidencias fue la expulsión de Tosello y la amonestación de cinco futbolistas motagüenses y cuatro olimpistas por parte del árbitro Óscar Bardales.
Otro duelo intenso...
Hace un año, el 3-3 estuvo a punto de repetirse, pero en este duelo hubo un ganador. Los dos clubes más grandes del país deleitaron a sus aficiones con un juego vibrante.
Los Azules perdieron 2-3 contra los Merengues, pero fue un buen espectáculo con goles de Melvin Valladares y Eddie Hernández por el Mimado y Javier Portillo y Carlos Will Mejía por el Blanco. El Ciclón cayó tras un desafortunado autogol de César Oseguera.
Este domingo se espera que el ganador sea el aficionado que asista al coloso capitalino.