Si bien ya han pasado 25 años desde aquella primera final entre Merengues y Verdolagas, los actores de ese episodio no pueden pasar desapercibido ese 1987, en que los capitalinos se alzaron con la corona.
Uno de los defensores de hierro de ese Olimpia de Carlos Padilla era Raúl Martínez Sambulá, quien, en la previa de la décima final entre Blancos y Verdes, recuerda las claves de esa consagración.
“En el primer partido en Tegucigalpa igualamos a cero y con ese empate se podía decir que estábamos afuera por la pelea del título y que prácticamente solo teníamos un 10 por ciento de ser campeones en San Pedro”, sostiene el ahora técnico de la Real Sociedad de la Segunda División.
Sambulá se sincera al manifestar que, luego del resultado en el Nacional, los jugadores olimpistas se concientizaron de que en el Morazán tenían que hacer un juego diferente en el que salió a relucir la grandeza de Olimpia.
“Encaramos el partido de otra forma, y sacamos la casta, porque fuimos a ganarle a un Marathón que era el favorito para ser campeón en su casa”, mencionó.
El defensa explicó que una de las grandes claves para que el León sonriera fue controlar el potencial ofensivo del Monstruo, que encabezaba Leonel Machado, quien en ese torneo implantó un récord con 19 festejos.
“En Marathón era casi imposible controlar a Machado, porque era un definidor en todo el sentido de la palabra, las metía de afuera y de adentro del área... Era un delantero completo”, describió.
Final muy equilibrada
Justamente, el otrora romperredes de los Esmeraldas, Leonel Machado, interviene en la conversación, aunque él prefiere no hablar de esa amargura del 87, y se concentra en la final que se avizora y que puede representar la corona número nueve para los sampedranos.
“Se debe tener la determinación para buscar el partido, con inteligencia, tratando de no quedar expuesto cuando uno ataca. Hay que tratar de equivocarse poco y ser contundentes cuando tengamos la posibilidad de definir las jugadas”, advirtió Machado, quien actualmente funge como asistente técnico del equipo de Primitivo Maradiaga.
Sambulá vuelve a participar, para dejar el pasado y ahondar sobre el presente: “Sinceramente yo miro una final muy equilibrada porque los dos llegan muy bien, y ambos saben que las finales se deben asumir como los partidos más importantes del torneo”.
El histórico goleador del Verde reapareció en el análisis y advirtió que su equipo deberá estar preparado para cualquier tipo de juego que les implante Danilo Tosello.
“Hay que estar preparados, porque puede ser que nos esperen en su cancha o puede ser que en determinado momento nos salgan a atacar allá arriba, entonces el equipo debe jugar el partido de acuerdo a las circunstancias”, adelantó.
Tanto Sambulá como Machado coincidieron en que el título se definirá en los dos encuentros, pero expresaron que el sábado se puede empezar a pintar la corona...
