Finalizado el torneo, el recuento de daños se hace una obligación y el fichaje de jugadores y entrenadores de mala calidad no pasa inadvertida para una crítica a veces despiadada...
Acá se marcan ocho ejemplares que no dejaron el mejor crédito en la Primera, aunque hay otros nombres: Diego Ramos (uruguayo del Victoria que apenas jugó un partido en Concachampions), Carlos Mourra (un defensa brasileño común y corriente de Parrillas One) y Elroy Smith (polifuncional beliceño venido a menos de Platense).
En el Clausura se tiene que mejorar.
1. Risto Vidakovic (Motagua)
Una nueva equivocación de la junta directiva del Ciclón, que lo cesó una jornada antes del final de las vueltas. Otro europeo que fracasó en América...
2. Pablo Rodríguez (delantero)
No le sirvió haber sido compañero de David Silva y Roberto Soldado en ligas menores de Valencia. A sus 28 años apenas gritó dos veces en 436 minutos.
3. Nery Medina (Olimpia)
En un desesperado intento olimpista de fichar “algo”, llegó el Flash. Un gol a Platense y 911 minutos marcaron su intrascendente pasar en el Rey de Copas.
4. Yobany Ávila (Olimpia)
No jugó ni un minuto. Rafael Ferrari aceptó que “estuvo becado” y el Zancudo cerró un capítulo amargo en su vida.
5. Léster Blanco (Real España)
Banca eterna en el equipo del Pelícano. Apenas marcó ante Deportes Savio en 572 minutos y podría ser la primera baja del nuevo campeón.
6. Juan R. Mejía (Real España)
Torneo para el olvido de un refuerzo que llegó de Olimpia pidiendo revancha: 655 minutos, cero goles.
7. Miguel Castillo (Marathón)
Poco o nada del aporte del ex-Victoria. Se fue con el peor recuerdo, una roja inmisericorde ante Olimpia.
8. Isidro Gutiérrez (Motagua)
No era del agrado del técnico y desfalleció en la banca. Jugó 220 minutos y salió por la cocina.
