Lo demostraron. Lo confirmaron. Las proféticas palabras de Luis Salgado previo a los juegos se cumplieron.
“Vamos a demostrar que valemos un oro”... y yo le agrego: “valen oro puro”.
La Selección Nacional de Volibol ganó ayer de manera brillante, majestuosa, triunfal, sufrida... y emocionante; la medalla de oro en los X Juegos Deportivos Centroamericanos al vencer 3-2 a Costa Rica en el Gimnasio Nacional.
Honduras comenzó ganando el primer set por 25-20; sin embargo, los costarricenses, conducidos por Richard Smith, no se resistieron ante el poderío hondureño comandado por Salgado, Luis Membreño, Luis Matamoros, Fabricio Matamoros y Carlos Osorio; por lo que igualaron con un 22-25.
Las gradas del gimnasio costarricense comenzaron con su clásico “oe, oe, oe... ticos, ticos”, apoyando a su equipo y en los momentos que Honduras sacaba, una presión extrema que fue bien manejada por los catrachos.
Es así que llegamos al tercer set y la H consigue vencer por 25-21. Para el cuarto período, Costa Rica comienza ganando con ventaja y llevan el partido hasta 10-6; pero los catrachos lograron incluso empatarlo a 24 en su momento; pero Smith, con sendos remates, evitó el punto de la medalla directa de Honduras, lo terminó 24-26 en favor tico.
La locura en las gradas era inevitable, el gimnasio tico volvió a sentir la emoción del volibol y los corazones (incluso el mío) estaban al punto de estallar. Fue así que producto del entusiasmo, los ticos fueron cediendo el nervio y Honduras aprovechó para llevarlo al final 15-12. Partidazo en los juegos.
Decretado el final; Honduras, que evitó las protestas arbitrales pese a algunas fallas de apreciación en contra; se levantó en tremenda alegría y en lugar de retar con celebración, los jugadores buscaron al entrenador Rony Martínez y a su asistente Alejandro Castillo para elevar una oración a Dios en agradecimiento.
La medalla de oro más sufrida y emocionante (invicta además) llegó ayer. Y a todos ustedes muchachos... ¡Gracias!