Lima, Perú.- Como una muestra de celebración a la asunción de un Papa con vínculos a Perú, la selección peruana publicó este jueves -8 de mayo- un homenaje al Papa León XIV.
Las redes sociales se llenaron de simbolismo cuando la selección peruana de fútbol compartió en su cuenta oficial de X (@SeleccionPeru) una imagen especial: una camiseta blanquirroja con el nombre “León” y el número 14.
El gesto fue en honor al papa León XIV, una figura que marcó profundamente a la Iglesia y a la sociedad peruana en los últimos años. La imagen, más allá de su carga deportiva, encierra una historia de fe, cercanía y compromiso social.
Nacido en Chicago, Estados Unidos, León XIV llegó a Perú como parte de una misión pastoral, sin imaginar que este país andino se convertiría en su hogar espiritual y humano.
“𝗡𝘂𝗲𝘃𝗼 𝗹𝗶́𝗱𝗲𝗿 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗮𝗻𝘇𝗮... 𝘆 𝗲𝘀 𝗽𝗲𝗿𝘂𝗮𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇𝗼́𝗻” 🇵🇪#UnSentimientoQueNosUne pic.twitter.com/Yvxug4zrcT
— La Bicolor (@SeleccionPeru) May 8, 2025
Fue en Chiclayo donde su figura comenzó a cobrar fuerza. Allí no se le conoció como una autoridad distante, sino como un guía presente, accesible y profundamente conectado con la realidad de las personas más vulnerables. Su carisma no residía en los discursos grandilocuentes, sino en la sencillez de sus acciones cotidianas.
Uno de los momentos más memorables de su labor pastoral ocurrió durante los duros meses de la pandemia de covid-19. Mientras muchos permanecían en aislamiento, León XIV se dedicó a recorrer las calles vacías, llevando consuelo, palabras de aliento y ayuda concreta a quienes más lo necesitaban.
Festejo
Su figura con mascarilla, bendiciendo desde una distancia prudente o entregando víveres, quedó grabada en la memoria colectiva de muchos peruanos como símbolo de esperanza en tiempos oscuros.
Pero León XIV también es recordado por su firmeza en temas espinosos. Desde su posición, no dudó en denunciar y enfrentar los abusos cometidos dentro de la Iglesia, abogando por una institución más transparente, justa y coherente con el Evangelio. Su voz, aunque suave, fue contundente, y logró abrir espacios de diálogo y reparación que marcaron un antes y un después en la vida eclesial del país.
Hoy, su legado sigue vivo en el corazón de miles de peruanos. La camiseta con su nombre no es solo un homenaje simbólico, sino un recordatorio del vínculo profundo entre el deporte, la fe y la identidad nacional.
De Chicago a Chiclayo, la historia de León XIV demuestra que las fronteras geográficas no impiden que una vida entregada al servicio deje huellas profundas en una nación.