Todo lo que tenía escrito hasta el minuto 85 poco importará con ese tremendo golazo que se gastó Carlitos Mejía.
A su estilo, a su manera como en las canciones de Frank Sinatra, con un compás perfecto, miró justo en qué lugar del arco iba a poner la pelota y en qué momento se iba a tomar la foto de la volada infructuosa del beliceño Shane Orio.
Olimpia ganó en la ida y el León respira. Ganó por uno, pero ganó. Ganó por poco, pero lo consiguió. Cumplió con lo que requería, hizo la tarea, quizá no como el pueblo blanco lo imaginaba, pero le volvió a ganar.
Sobre el minuto 85 Carlos Will Mejía, un ex Marathón soltó un fogonazo a pase cortó de Javier Portillo. Desde el mismo instante en el que Mejía abrió la pierna para disparar, se vio justo el sello de gol. Pareció que la pelota gritaba en su viaje cual caricatura de infancia. Fue el 1-0 con el que Olimpia venció al Marathón. El León tiene la ventaja firmada, pero aún restan 90 minutos en San Pedro Sula, por lo que esta semana deberá tener incluido en la dieta, al menos tres tazas de té de tilo al día, pues necesitará temple y nervios de acero para soportar ese vendaval verde que seguramente le impondrá Keosseián.
Y llegó el gol que da ventaja... Hasta el momento del gol no pasó cosa mayor que se pueda contar. A la hora de rebobinar la cinta del juego, se resume la historia de un Olimpia levemente más insistente, de un Marathón que quiso manejar el partido perdiendo el tiempo. Un Olimpia que llegaba y se regresaba, de un Marathón más impreciso que una mujer de compras con pleno aguinaldo en mano. Un Olimpia que repitió con Néstor Martínez una y otra vez la misma finta y la misma llegada. Con solamente dos remates arriba del arco y de un Ramiro Bruschi que se la tenía que prefabricar pues nadie le importaba las jugada después de la frontera de los tres cuartos de cancha.
Y del Verde que barría en las vueltas poco se vio. Generó jugadas de peligro por puro capricho, solo cuando vio que le quedaba el espacio justo. No apareció Marco Vega y Claudio Cardozo se perdió en la marca que le ejerció Tosello.
Para la segunda mitad había algo claro en el Albo. Necesitaba hacer un cambio y lo hizo. Tosello mantuvo en el campo a Néstor Martínez y lo puso a Wil Mejía. En tal situación jugó con tres volantes en busca del arco rival: Mejía por la derecha, Néstor por la izquierda y Boniek más suelto, más libre... pero no daba resultado del todo, se llegaba pero no había por donde anotar.
Y entonces se la jugó a todo o nada. Sacó a Néstor y puso a Douglas Caetano y en lugar de tener entonces tres volantes, se quedó con tres delanteros, pues Boniek pasó a la derecha y Will más al centro para rematar al arco (y la única que tuvo la metió) sampedrano.
El uruguayo Manuel Keosseián en cambio pagó caro la pronta decisión de defender el punto. Metió a Wilmer Fuentes para retener la pelota desde el minuto 72; salió Emil Martínez y en lugar de tener la pelota.
Olimpia calificará a la final sumando un punto más, Marathón con un triunfo por cualquier marcador.
Alineaciones
OLIMPIA:
Donis Escober; Fabio de Souza, Henry Bermúdez, Bryan Beckeles, Johnny Palacios; Luis Garrido, Miguel Castillo, Néstor Martínez, Boniek García; Roger Rojas y Ramiro Bruschi. DT: Danilo Tosello.
MARATHÓN:
Shane Orio; Erick Norales, Astor Henríquez, Rommel Murillo, Mauricio Sabillón; Mariano Acevedo, Reinieri Mayorquín, Mario Berríos, Emil Martínez; Marco Tulio Vega y Nicolás Cardozo. DT: Manuel Keosseián.
