Los cuerpos de Eduardo y José Hernández, padre e hijo, quedaron debajo de la unidad de transporte, luego de que esta se volcara del lado donde ellos habían abordado el bus
Los cuerpos de Jorge Luis Licona y Brayan Martínez fueron llevados a la morgue capitalina, donde se les practicó la autopsia y fueron entregados a sus familiares
Santos Salinas y su hijo Marcos fueron asesinados en el sector de Caobitas, Boca de Cuyamel, siendo encontrados sus cadáveres en el Río Patuca de Olancho
Los hombres recibieron varios impactos de bala y cayeron al río, por lo que fueron arrastrados; uno de los cuerpos fue recuperado, pero se sigue en la búsqueda del segundo