Desde su proceso de formación, los futuros agentes se familiarizan con el uso de las armas, así como con escenarios que vivirán una vez graduados de agentes policiales.
En las aulas de clases, los alumnos interactúan con sus compañeros y sus catedráticos.
Los estudiantes deben mantener sus dormitorios ordenados y limpios, ya que todos los días se hace inspección.