El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) reafirma su liderazgo regional en materia de sostenibilidad y gobernanza al mejorar su calificación en criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG), otorgada por Morgan Stanley Capital International (MSCI). En la evaluación correspondiente al período 2024, el Banco avanzó de una calificación BB a BBB, reflejando su firme compromiso con la transparencia, la responsabilidad institucional y la gestión sostenible.
El ascenso en esta calificación evidencia el fortalecimiento de las políticas internas del BCIE, orientadas a integrar la sostenibilidad en todos sus procesos estratégicos. Este logro resalta la capacidad del Banco para gestionar de manera efectiva los riesgos ambientales y sociales, al tiempo que aprovecha las oportunidades que surgen de los desafíos globales en materia de desarrollo sostenible.
Durante el proceso de evaluación, MSCI reconoció los avances del BCIE en aspectos clave como la gestión institucional, la adopción de prácticas ambientales y sociales sólidas, y la divulgación pública de información relevante. Además, destacó la implementación de estándares internacionales de gobernanza, que fortalecen la rendición de cuentas y la toma de decisiones transparentes dentro de la organización.
Este reconocimiento consolida la reputación del BCIE como una institución financiera comprometida con la sostenibilidad y alineada con las mejores prácticas globales. Su mejora en la calificación ASG no solo refuerza su posicionamiento ante los mercados internacionales, sino que también amplía sus oportunidades de acceso a financiamiento sostenible en condiciones más competitivas.
“Este resultado reafirma nuestra convicción de que la sostenibilidad es un eje transversal para el desarrollo de los países a los que servimos. Este incremento indica el buen camino en el que nos encontramos y nos motiva a seguir creciendo en el corto y mediano plazo”, comentó Gisela Sánchez, Presidente Ejecutiva del BCIE.
Mirando hacia el futuro, el BCIE continuará fortaleciendo sus capacidades institucionales y promoviendo proyectos que generen valor económico, social y ambiental en beneficio de sus países miembros. Con ello, reafirma su papel como catalizador del desarrollo sostenible en la región centroamericana y su compromiso con un futuro más inclusivo y responsable.
