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El Águila volvió a abrir sus alas

Sin ser espectacular el Ciclón ganó, le cobró venganza al Rayo, se puso segundo en el torneo y mantiene 14 juegos invictos

Motagua
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05.03.2012

No puede ser poca cosa ni nada menor este triunfo del Azul. Tal sirvió para que el Mimado se ponga segundo en la tabla del Clausura y que haya sido el único club local que ganó en la fecha 10, además para dejar los puestos fríos en la tabla general y de esta forma además ya está entre los mejores cinco.

Dos goles de Ronald Martínez (5) y Carlos Discua (52) valieron además para que el Águila pueda seguir con las “alas extendidas” con 14 partidos sin conocer la derrota.

Aunque hay que ser claros, no fue un Motagua “aplanadora” como antes. Este fue un Azul más práctico y menos romántico, más errático, menos preciso, pero ganador.

El Ciclón metió las dos que tenía que meter. Pasaron cinco minutos y Martínez ya tenía a la poca asistencia en el Nacional de pie, aunque luego tuvo que salir por una lesión en la clavícula (hoy será evaluado el grado de esa lesión).

Aunque sí hay que ser tajante, el triunfo lo mereció siempre el Motagua, puesto que Necaxa llegó, de hecho, casi a entregar el partido.

Los del sur se vieron más que disminuidos, sorprendidos por el temprano gol motagüense y de allí la mentalidad no fue igual.

Motagua tuvo la pelota y surgió tratando de hacer más fútbol, mientras los de Pineda de alguna forma trataban de responder. El Azul rompe sus características, deja el “tiki tiki” e intenta llegar al fondo del área rival por pelotazo, sin embargo, Amado Guevara fue más sutil y fue la diferencia: a los 52, el Lobo en lugar de mandar el balonazo, filtró entre la defensa del Rayo, y desde la línea estática de defensores salió en precisa y correcta posición para vencer de un zurdazo ahora en el arco norte al golero John Bodden.

El Chino de oro llegó así a su tercer gol del torneo.

Polémicas salidas

Tras el gol, Treviño desde el banco decide darle oxígeno al equipo -quizá tiene en mente ya el duelo del domingo en Cortés- y de inmediato hace la primera modificación: saca del campo a Nery Medina y pone a Odis Borjas. Un cambio posición por posición; pero el Flash se mira realmente incómodo con la decisión, sin embargo, termina acatando.

“No lo vi, no sé qué hizo, no puedo hablar de eso”, dijo el DT Pepe Treviño en la conferencia de prensa.

Y al 65 se repite la acción: una algarabía comienza a producirse entre el pueblo azul.

El entrenador decide mandar al campo a Julio César del León. Sobre el 65, el cuarto oficial Said Martínez elevó el cartón y oficializó la salida del Lobo Guevara, quien se abrazó con el Rambo de la Gente, pero se vio visiblemente inconforme. De allí, el Motagua trató de buscar un tercer gol que no llegó.

El Ciclón bajó la guardia al extremo que Necaxa se le fue encima sobre los últimos minutos. Fue allí cuando se acordó de hacer lo que comúnmente muestran en cada jornada, pero fue demasiado tarde para poder siquiera hacerle cosquillas a triunfo ya formado. Motagua se fue así a descansar.

Para aclarar las ideas y a preparar el siguiente partido ante el desmoronado Platense, donde seguramente ya es esperado el Ciclón Azul y el hijo supremo del Tiburón; el Rambo de la Gente.