Los problemas sexuales femeninos son muchos, y por lo general su origen es psicológico.
En la mayoría de los casos, los inconvenientes sexuales tienen solución si la mujer hace un tratamiento y pone de su parte para obtener los resultados esperados.
Anorgasmia: Este es uno de los más comunes. Consiste en la incapacidad de la mujer de llegar al clímax durante la relación sexual, es decir, ausencia de orgasmos. Lo que indica también que no existe ni excitación ni deseo por la pareja.
Su tratamiento no es con remedios, por lo general se lleva un tratamiento con una sexóloga que ayude a encontrar el motivo del bloqueo sexual.
Vaginismo: Esta es una fuerte contracción delos músculos vaginales que no dejan que haya penetración.
Existen varios tipos, lo que pueden reconocerse por su gravedad, o sea, origen, no obstante, es compartido, porque también es psicológico.
Dispareunia: Este está relacionado al vaginismo. Esta dificultad consiste en sentir dolores y ardores que se presentan antes de la penetración, durante o una vez terminado el acto sexual, el origen puede ser orgánico (alergias, infecciones, irritaciones) o psicológicas.
Falta de lubricación: Este está ligado a la dispareunia. Aunque esto suele suceder cuando la mujer entra a la menopausia, pero en muchas ocasiones mujeres jóvenes suelen padecer de este problema. Puedes utilizar lubricante para ayudar a generar lubricación, pero antes que eso puedes seguir un tratamiento médico o psicológico que te ayude a buscar la raíz de tus miedos.
