Sexualidad femenina: ¿por qué juzgar las decisiones íntimas de las mujeres?

Distintas pautas limitan a las mujeres de explorar y definir su propia sexualidad, reforzando estereotipos que las confinan a roles predeterminados

  • 22 de enero de 2025 a las 15:11
Sexualidad femenina: ¿por qué juzgar las decisiones íntimas de las mujeres?
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Tegucigalpa, Honduras.- Aunque los avances en derechos y libertades han permitido abrir diálogos sobre la sexualidad femenina, narrativas que señalan a las mujeres por su actividad sexual y buscan medir su valor por medio de decisiones íntimas y personales todavía persisten.

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Uno de los mitos más arraigados es la creencia de que las mujeres tienen un menor deseo sexual en comparación con los hombres. Esta idea ha llevado a la asociación del deseo femenino con algo anormal o indebido.

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Lo mismo con el pensamiento de que las mujeres solo disfrutan del sexo en el contexto de una relación amorosa, lo que invisibiliza la diversidad de experiencias posibles en sus vidas.

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“En muchas ocasiones estos señalamientos vienen desde sus pares o entornos más cercanos, que podrían incluso prohibirles prácticas de planificación familiar o restringirles el acceso a información y servicios de salud sexual y reproductiva”, puntualiza la psicóloga Diana Lozano.

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El especialista refiere una lógica de estilos de crianza y disciplina, cultura, religión y estándares sociales que perpetúan el juicio hacia la sexualidad femenina, algo muy distinto a lo que sucede en los países desarrollados.

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Por su parte, el estigma asociado a la mujer sexualmente activa es otro de los pilares que perpetúan estas ideas retrógradas. Aún hoy, una mujer que expresa abiertamente su comportamiento en la intimidad puede ser etiquetada con términos peyorativos, mientras que los hombres que hacen lo mismo suelen recibir admiración o incluso reconocimiento social.

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Esta doble moral no solo refuerza las desigualdades de género, sino que también tiene un impacto negativo en la autoestima y la salud mental de las mujeres.

Las redes sociales y los medios de comunicación, a menudo, actúan como amplificadores de estigmas, promoviendo narrativas que condenan a las mujeres por su sexualidad, mientras celebran actitudes similares en los hombres.
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Respecto a por qué incomoda tanto que una mujer disfrute de su sexualidad sin estigmas ni prejuicios, la psicóloga subraya la falta de educación sexual integral.

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“La carencia de una educación sexual adecuada refuerza los estereotipos de género, ya que no se abordan temas como la igualdad, el consentimiento, los derechos sexuales y reproductivos, la sororidad y las nuevas masculinidades, por ejemplo”.

Repercusiones emocionales

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El impacto de estos mitos y estigmas en la vida de las mujeres es significativo.

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En el ámbito emocional, muchas enfrentan sentimientos de culpa y vergüenza al intentar vivir su sexualidad con libertad. En lo social, pueden encontrar barreras en sus relaciones interpersonales, donde las expectativas culturales continúan jugando un papel importante.

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Otras consecuencias que derivan de reprimirse sexualmente por temor a señalamientos sociales, según Lozano, podrían ser: incapacidad de las mujeres de negociar relaciones sexuales más seguras, elevadas tasas de embarazos prematuros y no deseados, altos índices de depresión, ansiedad e ideas suicidas, además de riesgo social.

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En síntesis, romper este círculo de prejuicios requiere un enfoque integral. La educación sexual debe ir más allá de la biología y abordar temas como el consentimiento, la diversidad sexual y la desmitificación de la sexualidad femenina, que debe ser entendida como un aspecto natural y diverso de la vida, libre de juicios y estigmas.

A ellas sí se les juzga, aun por lo mismo

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La experta recalca la inequidad en los señalamientos. “El doble estándar de género suele ser un punto negativo para muchas personas, donde socialmente hay acciones aceptadas desde lo cognitivo; es decir, nuestros pensamientos e ideas hacia las conductas de la figura masculina en torno a su vida sexual activa. En cambio, a las mujeres se les juzga con dureza por comportamientos similares”.

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Melissa López
Melissa López
Coeditora de la sección Vida

Licenciada en Periodismo por la UNAH. Redactora y editora de contenido utilitario, cultural, social, tecnológico y de entretenimiento para impreso, digital y multimedia. Más de seis años de experiencia en coberturas nacionales e internacionales.

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