La actriz americana Megan Fox tiene muchas razones para ser recordada por sus lujosos autos. No solo por su estelar aparición en la película Transformers junto a los famosos autobots, sino también por su buen gusto a la hora de escoger sus vehículos.
La actriz comenzó a ganar notoriedad gracias a su carrera como modelo; pero fue precisamente en la superproducción Transformers (película donde es muy recordada por una escena junto al Chevrolet Camaro de 1977) donde alcanzaría su mayor popularidad, y que además la acercaría al mundo de los vehículos.
En la vida real
En cuanto a los autos de uso personal, Megan Fox demuestra una predilección por los vehículos grandes de producción alemana. Lo cual explica la imponente Mercedes Benz G500 en donde la actriz ha sido vista en varias oportunidades.
El Mercedes Benz Clase G es uno de los crossovers más famosos de los últimos años. Todoterreno por naturaleza, ha sido empleado desde finales de los setenta como vehículo de uso militar, y recientemente el modelo G500 fue personalizado para ser utilizado como Papamóvil.
La más reciente versión del Mercedes Benz G500 equipa un motor de 8 cilindros en V, y 5.5 litros de desplazamiento, que proporcionan 388 caballos de potencia, que unidos a una transmisión de siete velocidades acelera de 0 a 60 mph en solo 5.9 segundos. Al interior de este todoterreno pueden viajar cinco personas. Para ofrecer un frenado eficiente, dispone de frenos de discos ventilados en las cuatro ruedas.
Deportivo
Otro de los vehículos del fabricante más antiguo del mundo que prefiere Megan Fox es el Mercedes Benz CLS 55 AMG. Se trata de un sedán deportivo basado en la plataforma del famoso Clase E.
El Mercedes Benz CLS 55 AMG está provisto de un motor V8 sobrecargado, que desplaza 5.4 litros y desarrolla 476 HP a 6100 rpm. La carrocería sedán de cuatro puertas tiene una silueta similar a la de un cupé, y debido al poco espacio en las plazas traseras, está homologado para cuatro personas.
