TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En medio del bullicio de la ciudad, en la popular colonia Kennedy, se ubica Miel Trigona, un oasis natural donde las abejas encontraron un lugar seguro y un propósito.
Más allá de vender productos a base de miel, y el elixir en sí, este proyecto ha despertado la conciencia de millares de personas sobre el rol de estos pequeños polinizadores en la preservación de la vida, así tal cual la conocemos.
“Las abejas no solo nos regalan miel; nos enseñan la importancia de cada ser vivo en el equilibrio de la naturaleza”, afirmó Ricardo Díaz, cofundador del negocio junto a sus hermanos Héctor y Enma.
“Iniciamos pidiéndole 20,000 lempiras a mi mamá como préstamo para comprar etiquetas y envases,” recuerda Díaz, graduado de la Escuela Agrícola Panamericana de el Zamorano y especializado en apicultura, con una mezcla de nostalgia y orgullo.
Con el tiempo, lo que comenzó en un garaje se transformó en un meliponario visitado por más de 8,000 personas, desde su inauguración en 2016, para aprender sobre educación ambiental, específicamente de los polinizadores, a través de talleres y visitas guiadas donde participan grupos de cinco personas por un costo de 250 lempiras para conectar directamente con la naturaleza mientras aprenden de la importancia de cada ser en la cadena de la vida.
En este jardín, ahora ampliado, albergan 26 colmenas —en donde habitan entre 2,000 y 2,500 abejas en cada una— de seis diferentes especies de abejas nativas sin aguijón.
“Estas abejas son propias del continente americano y carecen de un aguijón funcional (...) por eso son incapaces de inyectar veneno,” explicó Díaz, subrayando la seguridad de las especies que allí yacen.
Y es que este espacio no se reduce a las abejas, sino que es un refugio para otros polinizadores cruciales como las mariposas monarcas que Miel Trigona reproduce de manera intencionada debido a su estado crítico de conservación.
“En 2020, la mariposa monarca fue incluida en la lista roja de especies en peligro de extinción”, puntualizó el entrevistado.
Apoyo a la comunidad
La organización Beecheii, ahora absorbida por su hermana Miel Trigona, creció de manera exponencial sembrando su semilla en diferentes proyectos comunitarios, apoyado de aliados estratégicos, a favor de la conservación ambiental.
“En El Ovejo, Lepaterique capacitamos a diez mujeres, madres de familia, en apicultura y les dimos tres colmenas a cada una”, compartió Díaz, en medio de su recorrido.
Además de la preservación de las abejas, este esfuerzo busca educar, concientizar y brindar herramientas de superación a las comunidades.
Esta incansable labor de Miel Trigona, fundida en amor y pasión por lo que hacen, ha sido reconocida en la escena internacional. Se hicieron del primer lugar en un concurso de negocios a nivel iberoamericano frente a 56 empresas.
Además de la presea, ganaron un capital semilla que emplearán para cambiar completamente sus presentaciones más grandes —envasadas en plástico— a botellas rellenables de cristal para reducir la huella de carbono.
Nuevas experiencias
Como cualquier sueño, las aspiraciones de llegar lejos continúan avanzando. En este sentido, Miel Trigona está a unos meses de expandirse e inaugurar una segunda sucursal en Santa Ana, Francisco Morazán.
Este espacio será cuatro o cinco veces más grande que el actual, pensado para ofrecer una experiencia inmersiva para todos aquellos que deseen conocer de primera mano el mundo de las abejas, incluyendo a aquellas especies con aguijón.
“Queremos que las personas vengan, se pongan el equipo y experimenten lo que es ser apicultor por un día”, finalizó Díaz.
¿Qué productos encuentra en Miel Trigona?
El negocio ofrece una amplia variedad de productos a base de miel. Entre ellos: miel de abeja natural en diversos tamaños y presentaciones, miel cremada saborizada, jabones, bálsamos, velas, polen y más.
Para mayor información escriba al WhatsApp: 8991-6643.