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Chismes en el trabajo

Superguía Empleo le cuenta que los chismosos abundan en la mayoría de los trabajos, no se deje contagiar por este terrible mal que afecta el clima laboral

20.02.2012

“Te voy a contar la última de Karina”. “Vieras que Humberto estuvo hablando mal de vos”. “El jefe le dio una gran regañada a Pamela”. “Juan le anda coqueteando a la sv ecretaria”. Estos son parte de los tantos chismes que circulan diariamente por los pasillos de las empresas y que llegan a oídos de la mayoría de los empleados.

“El chisme existe desde que se creó al hombre y la mujer, es una práctica negativa del humano y hace que muchos vivan un total infierno”, manifestó Teodosio Mejía, psicólogo y presidente ejecutivo del Centro de Crecimiento de Recursos Humanos (Crecerh).

Origen de los chismes
El chisme nace a partir de una novedad, algo diferente que se destaca del resto. Estados de ánimo, ropa nueva, encuentros amorosos, relaciones pecaminosas, inminentes anuncios de despidos, de ascensos, de lavadas de cabeza por algo mal hecho y peleas internas que tratan de mantenerse encubiertas, pero que fracasan en el intento.

Perfil de un chismoso

- Investiga todo lo que ocurre en el medio en que vive para ir a informarlo.

- Es un jactancioso.

- Es alguien que solamente ve lo negativo de otros.

- Usa la adulación para crear contiendas.
“El chismoso no solo está pendiente de captar, capturar y buscar chismes, sino también de transmitirlos, porque hay una especie de mal hábito”, indicó Mejía.

Según Mejía, una persona chismosa es insegura, le gusta indagar más en los otros que en sí mismo, no le agrada hablar de sus problemas, carga con frustraciones, es envidioso y celoso, siente la necesidad de identificarse con lo que hacen los otros, es sensible a la opinión ajena, posee tiempo libre, es astuto y sabe sacar información.

Consecuencias

En los sitios de trabajo el chisme tiene un poder destructivo, motivo por el cual afecta el clima laboral, produce enemistades, despidos e incluso hasta muertes; en los lugares donde no hay egoísmo, intrigas ni chismes existe un ambiente de paz. Es por eso que las empresas deben propiciar un ambiente laboral agradable entre sus empleados, para evitar consecuencias graves a raíz de un rumor.
Las personas que son víctimas de chismes sufren bastante debido a que la mayoría de la gente cree eso que les cuentan, lo que hace quedar mal a la persona que es víctima, dañando su imagen.

Entre los síntomas que padecen están baja autoestima, ansiedad y depresión.

“Una de las maneras de controlar los malos entendidos que surgen por medio de los chismes es no fomentarlos; si se produce, debe cortarlo de inmediato. Si le afecta mucho personalmente el chisme, pues deberá informarse detenidamente y no irse a la primera impresión, para así obtener una buena investigación del origen del tal comentario y llegar a una conclusión”, explicó el psicólogo.

Según el entrevistado, los jefes deben tratar de evitar los chismes para que no se vuelvan cajas receptoras de ello.
Evite ser contagiado por el virus de los chismes, trate en lo posible que su centro de trabajo sea un lugar de paz y no un área de conflictos entre cada uno de los miembros de un equipo, practique con el ejemplo.

Tipos de chismosos

1. Los mediocres. Son aquellos que debido a su incapacidad, que les impide ascender a posiciones mejores en lo material, en lo social y hasta en lo político, utilizan el chisme para ganarse la simpatía de quienes en determinado momento monopolizan alguna influencia para obtener de ellos algún favor o ayuda.

2. Los envidiosos. Son los que utilizan el chisme para dañar moral o materialmente, porque les produce pesar o tristeza el ver que otros tengan bienes.

3. Los falsos. Son aquellos que ocultando sus verdaderos sentimientos o su verdadera identidad, utilizan habitualmente el chisme para pervertir o disfrazar la verdad en perjuicio de alguien.

4. Los malvados. Saben que causan mal a la persona de quien habla el chisme, pero no les preocupa.