Percances comunes
Una de las opciones para practicar este ejercicio es el power walking, que supone andar deprisa, entre siete y nueve kilómetros por hora. A diferencia de otras prácticas como el jogging, en el power walking uno de los pies debe estar siempre en contacto con el suelo, y suele ir acompañado de un balanceo exagerado de los brazos. Este estilo es menos agresivo con las articulaciones.
¿Cuánto hay que caminar para que se empiece a considerar ejercicio físico?
Un estudio australiano, publicado en el British Medical Journal, establece que para dejar de ser sedentario y gozar de mejor salud habría que dar, al menos, 10,000 pasos diarios (unos ocho kilómetros), una cifra a la que se puede llegar aumentando semana a semana el número de pasos que se da cada día. Consejos para practicarlo: La postura correcta se corresponde con andar con la mirada al frente (a unos seis metros por delante de usted), los hombros relajados, los brazos doblados en un ángulo de casi 90º y moviéndolos adelante y atrás, no cruzándolos por delante del cuerpo.
Es importante no levantar los codos por encima del esternón, adelantar la pelvis y tensar los abdominales. No dé pasos demasiado largos; para ir más deprisa, opte por los pasitos cortos. Imagínese que sigue una línea recta. Cuando plante el pie, apoye primero el talón, luego la planta y termine con los dedos. Respire con inhalaciones rítmicas y de forma que se incremente el ritmo respiratorio, pero sin quedarse sin aliento.
