La medida llega a pesar de la preocupación internacional por los efectos de los cigarrillos electrónicos comercializados y la popularidad del vapeo entre los jóvenes.
El organismo regulador de los medicamentos del país publica normas actualizadas que, según el ministerio, 'allanan el camino para prescribir con receta médica cigarrillos electrónicos a los fumadores de tabaco que deseen dejar de fumar'.
Los fabricantes de cigarrillos electrónicos podrán presentar sus productos para su aprobación del mismo modo que otros medicamentos disponibles en el NHS.
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'Los cigarrillos electrónicos contienen nicotina y no están exentos de riesgos, pero las revisiones de los expertos del Reino Unido y de Estados Unidos han dejado en claro que los cigarrillos electrónicos regulados son menos perjudiciales que el tabaco', destacó el ministerio. Se demostró que 'son muy eficaces para ayudar a quienes intentan dejar de fumar', añadió.
Más de seis millones de personas siguen fumando en Inglaterra, según el gobierno, con tasas mucho más altas en las regiones más pobres. El tabaquismo causó casi 64,000 muertes en 2019.
El regulador MHRA emitió un comunicado en el que afirma que quiere 'fomentar la autorización de los cigarrillos electrónicos (e-cigarrillos) y otros PNC (productos que contienen nicotina) inhalados como medicamentos' para tratar a los dependientes del tabaco.
Los cigarrillos electrónicos regulados como medicamentos podrían contener mayores cantidades de nicotina que las permitidas para la venta comercial, subrayó.
La decisión de las autoridades sanitarias inglesas se produce a pesar de la preocupación internacional por la tendencia a consumir cigarrillos electrónicos.
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El jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió en julio que los cigarrillos electrónicos son 'dañinos y deben ser mejor regulados'.
En 2019, Estados Unidos registró un importante brote de enfermedad pulmonar aguda vinculada con una sustancia comúnmente agregada a los productos de vapeo que contienen THC, el componente psicoactivo del cannabis. Esto llevó al gobierno estadounidense a realizar cambios legales para frenar el vapeo de los jóvenes.
