Tegucigalpa

EL HERALDO llevó útiles y zapatos a Nueva Esperanza

Unos 70 alumnos de la escuela República de Taiwán y el jardín de niños Gracias a Dios fueron favorecidos por La Maratón del Saber, de EL HERALDO. No hay excusa para no asistir a clases.

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26.02.2013

Douglas Velásquez llegó en el preciso momento en que su compañerito Constantino Godoy se quitaba sus botas de hule para medirse un par de zapatos nuevos.

La respiración cansada y su frente bañada en sudor, producto de haber bajado a toda prisa el cerro en donde se ubica su vivienda, apenas le permitió preguntar: “¿Ya me llamaron a mí?”.

La alegría se dibujó en su rostro de tez blanca, cuando luego de escuchar su nombre completo se le entregó un par de zapatos de la talla 40, los que venían envueltos en la página donde anteriormente había dibujado su plantilla.

El menor de 12 años, alumno de quinto grado, que no se despegaba de su fiel compañero: -un radio que colgaba de su hombro-, también calzaba botas de hule y se las quitó para tallarse las zapatillas.

Al comprobar que le quedaban a la medida expresó con júbilo: “¡Están cabalitos!”.

Inmediatamente se los quitó para guardarlos y, sin dejar de ver los zapatos nuevos, expresó: “Es que no los quiero ensuciar en este polvazal, los dejaré para venir a la escuela”.

Solidaridad

En su décima edición, la campaña Soli-Diario “La Maratón del Saber”, de EL HERALDO, continúa fiel a su compromiso de contribuir con la educación de la niñez más necesitada del país, al llevarle no solo los útiles escolares necesarios para iniciar su regreso a clases, sino por primera vez, zapatos.

En esta ocasión, de la mano de la fundación Buckner de Honduras, podemos dejar atrás los pies descalzos y maltratados por los escabrosos y áridos caminos.

Para cumplir esta misión nos trasladamos al caserío de Nueva Esperanza, de la aldea Las Delicias, en el municipio de Cantarranas, Francisco Morazán.

El paisaje natural de las montañas donde se elevan bosques de pinos hace contraste con la extrema pobreza de la comunidad, cuyas casas están bien retiradas las unas de las otras.

Así llegamos a la escuela República de Taiwán y al jardín de niños Gracias a Dios.

Una vez que el equipo de EL HERALDO comunicó el propósito de su visita, los alumnos que no se habían retirado de la escuela después de la jornada de clases corrieron a avisarles a sus compañeros para que se regresaran.

Grande fue la sorpresa cuando al llegar al centro educativo los esperaba Don Lápiz; Don Borrador no pudo viajar hasta el lugar por encontrarse enfermo.

La escuela República de Taiwán tiene una población escolar de 58 alumnos, mientras que en el área de preescolar hay 12 pequeños matriculados.

Una vez que los futuros profesionales estuvieron reunidos en el aula, la primera actividad fue entregarles útiles escolares, la emoción se notaba en ellos y más al pasar sus dedos por las páginas de los cuadernos.

Otro momento inolvidable para los niños fue la entrega de los zapatos y calcetines.

José Leonardo Maradiaga, alumno de primer grado, fue calzado por el equipo de reporteros. Ahora sus pies curtidos por polvo andarán más protegidos y ya no estarán expuestos al suelo.

Agradecimiento

Si hay algo que caracteriza a las personas que habitan tierra adentro es el agradecimiento, y en el caserío Nueva Esperanza no fue la excepción.

“Para la comunidad es de mucha satisfacción que EL HERALDO nos haya venido a entregar este regalo para los niños, somos una comunidad verdaderamente pobre, donde las ayudas no vienen”, declaró Elodia Vallecillo, directora de la República de Taiwán.

De igual manera la encargada del jardín de niños Gracias a Dios, Denia Lizeth Rodríguez, mostró su agradecimiento a la campaña Soli-Diario.

De esta manera La Maratón del Saber escribió nuevas historias, no solo entregó esperanza, sino útiles escolares y calzado para los futuros profesionales de Honduras.