Sucesos

Madre, obligada a encadenar a su hijo desde hace 25 años

Esta es la dramática historia de un hombre con esquizofrenia, a quien su madre, con todo dolor, tuvo que encadenar desde los 11 años para frenar, de alguna manera, su comportamiento violento.

25.07.2012

Concepción, Intibucá. Justiniano López canta y lee la Biblia. A sus espaldas se podría decir que lleva una cruz, pero en su cintura, literalmente lleva las cadenas que lo atan desde hace 25 años.

Esta es la dramática historia de un hombre con esquizofrenia, a quien su madre, con todo dolor, tuvo que encadenar desde los 11 años para frenar, de alguna manera, su comportamiento violento.

Amelia López, madre de Justiniano, es una señora de 67 años de edad, con poca energía y mucha carga, pero con la esperanza de que algún día alguien le ayude a su heredero, para trasladarlo a un centro de atención psiquiátrica y tratar de estabilizar su condición.

“A mí lo que me gustaría es que lo lleven a un hospital para que lo tengan unos ocho meses y que me lo curen, porque él está muy enfermo de la cabeza y me duele verlo así amarrado con esas cadenas”, lamentó.

Amelia, quien también padece de enfermedades producidas por la longevidad, pasa pendiente de lo que necesita Justiniano, quien permanece en su humilde habitación y la mayor parte del tiempo en su cama

Su pasatiempo es leer, según su madre, pero además de eso, la mala nutrición de la que es presa, también impide que los pocos medicamentos para tratar su problema mental le hagan el efecto esperado.

“Apenas pasamos para comer un bocadito todos los días. Aquí tenemos que ver cómo hacemos para comer algo porque el dinerito a veces no nos ajusta”, explicó Amelia.

Mientras la dama explica los problemas que tienen, un murmullo se escucha desde el cuarto fabricado con adobe y pedazos de teja; es la voz deJustiniano, hablando solo pero poniendo atención a lo que se platica en el pasillo donde tienen la hornilla.

Justiniano trata de llamar la atención, comentando citas bíblicas o mencionando que ha visto cosas del fin del mundo.

“Muchas veces él cae como muerto, le dan convulsiones porque no tenemos la medicina para darle, pero después se levanta y dice que se quiere bañar porque queda todo lleno de tierra”, explicó Amelia.

Tags:
|