Al menos 120 paquetes de supuesta cocaína habían sido asegurados anoche por elementos de la Fuerza Naval de Honduras en el barco Delta 1, procedente de Colombia.
Fuentes militares revelaron a EL HERALDO que la embarcación fue interceptada el pasado jueves a las 2:00 PM en el sur de Guanaja, Islas de la Bahía.
Los navales, quienes mantienen patrullajes en el mar Caribe, habían sido alertados de que en el buque transportaban al menos 800 kilos de cocaína. La búsqueda de droga continuaba al cierre de esta edición.
El barco con bandera de Colombia, escoltado por dos lanchas de la Fuerza Naval, fue guiado hasta la base de Puerto Castilla, en donde se informó al personal de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) y a la Fiscalía regional para realizar la inspección.
En el barco, procedente de San Andrés, Colombia, viajaban siete hombres identificados como Williams Neball, Fredinson Batista, Felipe Meza, Eduardo Pardo, Joshua Beckford, Juan Alvarino y Luis Rhenals, todos de nacionalidad colombiana.
Al momento en que las autoridades realizaron la minuciosa revisión verificaron que en uno de los tanques de combustible existía un compartimiento falso, por lo que ayudados con un taladro hicieron un agujero descubriendo varios paquetes del alucinógeno.
La droga estaba empaquetada en plásticos amarillos, los cuales fueron abiertos y se les realizó las pruebas científicas para comprobar si se trataba de droga dando resultados positivos.
Acusados
Después del hallazgo de la droga, la Fiscalía procedió a presentar el requerimiento fiscal en contra de los siete tripulantes, quienes son acusados por el delito de tráfico ilícito de droga en perjuicio de la salud de la población hondureña.
Informaron que el caso será llevado por los Juzgados con Jurisdicción Nacional de Trujillo, ya que se trata de criminalidad organizada. Por su parte, los detenidos no brindaron ningún tipo de declaración a las autoridades y solo se limitaron a entregar sus pasaportes.
Mientras tanto, las autoridades navales informaron que los operativos se mantienen en la zona justamente para evitar el trasiego de droga hacia el interior del país.