Golpizas, violaciones, mutilaciones y hasta asesinatos son episodios que presencian o sufren cotidianamente centroamericanos que cruzan de manera ilegal a México, como lo ilustra un compendio de 33 testimonios presentado por ONG mexicanas.
“Había migrantes que tenían varios días y hasta semanas (cautivos). Unos no tenían dedos, ni de las manos ni de los pies, a algunos les faltaban las manos o los brazos. Los secuestradores se los habían cortado porque su familia no respondía o no podía pagar”, relató Daniel Palomo, un hondureño de 20 años.
Este testimonio forma parte del compendio “Cuaderno sobre secuestro de migrantes”, que reúne 33 relatos de centroamericanos que fueron secuestrados por el crimen organizado en México entre 2008 y 2010, cuando intentaron el peligroso viaje hacia la frontera con Estados Unidos, donde esperaban trabajar clandestinamente.
“Esto es un holocausto que avergüenza al país. Entre más aumenta la dolorosa migración de centroamericanos que buscan un trabajo, más se incrementa el maldito secuestro”, dijo el sacerdote Pedro Pantoja, director del albergue “La casa del Migrante” en Saltillo.
