Sucesos

Dos vidas más que segaron los sicarios en motocicleta

Ayer fue la periodista Luz Marina Paz y hoy el analista en materia de Seguridad, Alfredo Landaverde.

    07.12.2011

    En apenas dos días, el sicariato motorizado ha segado la vida de dos hondureños, una periodista y un exasesor de la Secretaría de Seguridad en materia de narcotráfico.

    Luz Marina Paz Villalobos y Alfredo Landaverde perecieron a causa de las balas que desde una moto en marcha sin placas les dispararon sujetos desconocidos.

    Nuevamente, el tema de la regulación de motos surge con fuerza en medios de comunicación y entre personalidades de la sociedad hondureña.

    Entre ellas, el expresidente Rafael Callejas y el el exalcalde de Tegucigalpa Miguel Pastor.

    Y es que por el denso tráfico, los crímenes desde motocicleta se han incrementado en los últimos años en Honduras, sobre todo en Tegucigalpa y San Pedro Sula.

    Según los registros policiales, la mayor incidencia de asesinatos a manos de sicarios se produjo en 2009 y 2010.

    Las autoridades sospechaban, incluso, de la existencia de talleres donde se hacían modificaciones a las motos para facilitar la actividad de los sicarios.

    En ese entonces, el exministro de Seguridad Óscar Álvarez propuso que se prohibiera a dos hombres viajar en motocicleta. La medida entraría en vigencia a partir del 13 de abril de 2010. No obstante, esta propuesta no fructificó por la oposición de grupos
    que argumentaban razones de índole económico y violación a la libre circulación que garantiza la Constitución.

    Otro cambio que se implementaría para ejercer un mayor control de las motocicletas era el uso de un casco y chaleco
    con el número de placas de la moto, pero la medida tampoco prosperó.

    Hasta la fecha, las autoridades no han definido ningún control contundente para frenar el crecimiento del sicariato, que parece ir paralelo al enorme parqueo de motocicletas con que ahora cuenta la capital. Según la emisora HRN, el 85 por ciento de esas motos no llevan placas debido a la tardanza de la Dirección Nacional de ránsito, que tarda hasta medio año en entregar esa identificación.

    El sicariato, según los antecedentes, es una 'importación' de colombiana que ha segado la vida de cientos de hondureños. Entre ellos funcionarios públicos como el extitular de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN), Julian Aristides Gonzales Arías, cuyo segundo aniversario de muerte se cumple mañana.