Envueltas en bolsas plásticas y cubiertas con ropa fueron encontradas ametralladoras, granadas, municiones y supuesta droga en uno de los dormitorios de una vivienda ubicada en la calle principal de la colonia Del Valle.
La operación, que fue ejecutada en horas de la mañana por varias unidades de la Policía Nacional, Ejército, Juzgados y Ministerio Público, a través de la Fiscalía contra el Crimen Organizado, logró además la captura de la inquilina de la vivienda, Claudia María Zepeda Lardy (42).
También se detuvo a tres personas más incluyendo a dos hijos de Zepeda Lardy, de 17 y 19 años y a un amigo de los jóvenes.
Samir Rodríguez, portavoz de la Policía en la zona norte, detalló que durante el allanamiento se logró incautar dos ametralladoras calibre M-60 antiaéreas, municiones 7.62 milímetros consideradas de alto poder, 15 granadas antitanque y un kilo de supuesta cocaína,
También se confiscaron dos vehículos, entre ellos una camioneta negra Honda CRV placa PCP-7275 y un Toyota Tacoma color champaña sin placas, pero uno de los agentes de la Policía de Investigación indicó que la matrícula de ese automóvil es PDN-8659.
“Se solicitó la orden de allanamiento ante los juzgados sampedranos para ingresar a la vivienda donde se encontraron las armas y el kilo de la supuesta cocaína. Se inspeccionó con el perro detector de drogas de la 105 Brigada de Infantería, quienes custodiarán las armas de guerra decomisadas”, expresó el vocero.
Zepeda Lardy y otras personas arrestadas para investigación aducen desconocer qué hacían esas armas dentro de la vivienda.
Elvis Guzmán, vocero en la zona norte del Ministerio Público, informó que a Zepeda Lardy la Fiscalía contra el Crimen Organizado le presentará requerimiento por el delito de almacenamiento ilegal de armas de guerra.
“La Fiscalía contra el Crimen Organizado investiga si Zepeda Lardy y los detenidos para investigación estarían vendiendo armas de uso militar al cartel mexicano Los Zetas”, manifestó Guzmán.
A principios de marzo, la
Policía decomisó un arsenal que estaba en poder de supuestos integrantes de la pandilla “18” que rentaban una casa en la ciudad de La
Ceiba,
Atlántida.
