Atlántida, Honduras.- La Dirección Policial de Investigaciones (DPI) realizó la captura de dos presuntos miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13), tras suponerlos responsables de haber desaparecido a cinco hondureños de la etnia garífuna en el año 2020.
Tras cuatro años de búsqueda, las autoridades policiales, en conjunto con la Unidad Nacional Antisecuestros (UNAS), se trasladaron hacia el litoral atlántico, donde se llevó a cabo la captura de los acusados.
El primer implicado en el caso es conocido bajo el alias “El Guato”, de 36 años, quien ocupa el rango de “Gatillero” dentro de la estructura criminal; es originario y residente de Tela, Atlántida.
El segundo acusado, alias “El Negro Moche”, de 44 años, quien figura con el rango de “Ranflero” en esta organización delictiva, también oriundo del litoral atlántico.
Durante la operación, se confiscaron 10 teléfonos celulares de diferentes marcas y modelos, los cuales serán sometidos a un análisis forense para la revisión de mensajes de texto, llamadas y contactos que podrían estar relacionados con los demás integrantes.
A los implicados se les acusa de los delitos de asociación terrorista, allanamiento de domicilio, privación ilegal de la libertad y robo con violencia e intimidación.
Desaparición de los cinco garífunas
El 18 de julio de 2020, varios individuos armados, vestidos con ropas similares a las de los cuerpos de seguridad del Estado, irrumpieron en las viviendas de las víctimas, llevándolas a un destino desconocido. Hasta la fecha siguen desaparecidos.
Los desaparecidos son Alberth Sneider Centeno Thomas, presidente del patronato de la comunidad de Triunfo de la Cruz; Milton Joel Martínez, Suami Aparicio Mejía García, Gerardo Mizael Róchez Cálix y Junior Rafael Juárez.
Desde entonces, se inició una investigación complicada, pues testigos se negaron a cooperar por el temor de la comunidad a represalias por parte de la MS-13.
Las autoridades han indicado que hay pruebas técnico-científicas y testificales que ubican a los implicados (que la Policía tiene identificados) en el lugar del hecho y el rol que desempeñaron en la comisión del delito, para el cual usaron seis vehículos.
Según las investigaciones, los individuos intentaron apoderarse de las víctimas para forzarlas a participar en actividades delictivas relacionadas con la venta y distribución de drogas en la zona, pero, tras negarse a participar, fueron privados de su libertad.