FALTA DE TOLERANCIA
La extradición del supuesto narcotraficante guatemalteco Mario Ponce Rodríguez a Estados Unidos es un hecho consumado.
A las 11:45 de la mañana fue sacado del módulo de máxima seguridad de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto (PNMAS) para subirlo a un helicóptero Black Hawk.
La aeronave que conducía al supuesto capo chapín partió custodiada por otro helicóptero hacia la base militar de Palmerola, Comayagua, donde se realizó el transbordo para seguir la ruta con destino a la ciudad de Miami.
La operación se ejecutó bajo fuertes medidas de seguridad. Militares, policías preventivos y un equipo élite del Comando de Operaciones Especiales (Cobras), entre otros, formaron un cordón en el reclusorio y el campo de fútbol donde se hizo el abordaje. Ponce Rodríguez fue capturado el 1 de mayo en el aeropuerto Ramón Villeda Morales de San Pedro Sula, cuando se aprestaba a abordar un helicóptero en el que viajaría junto al hondureño José Lito Flores Chacón y al guatemalteco Alberto Morales Coronado.
Un peritaje realizado por técnicos de Inspecciones Oculares de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) determinó la presencia de residuos de droga en la aeronave, por lo que fue trasladado a la PNMAS por suponerlo responsable del delito de lavado de activos.
En los tribunales sampedranos se le dictó un
sobreseimiento definitivo
que fue apelado por el Ministerio Público, por lo que Mario Ponce Rodríguez estuvo a punto de recobrar su libertad.
Él no logró el objetivo porque Estados Unidos solicitó al gobierno de Honduras aprobar la extradición para juzgarlo en esa nación por delitos de narcotráfico.
La extradición
de Ponce Rodríguez fue autorizada por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) el 5 de diciembre pasado, diligencia que se efectuó ayer después que se siguió todo el procedimiento en Centros Penales.
El punto de abordaje fue el campo de fútbol ubicado frente al batallón Táctico Especial, en la orilla de la carretera que conduce a la aldea de Támara, donde el tráfico vehicular fue paralizado durante varias horas hasta que culminó el operativo.
En
Guatemala
a
Ponce
se le supone responsable del asesinato de 15
nicaragüenses
y un
holandés.
Operación de extradición
Una camioneta blindada marca Toyota, color gris oscuro, transportó a Ponce Rodríguez hasta la cancha de fútbol ubicada frente al Táctico Especial.
El automotor salió del módulo de alta seguridad en medio de una caravana en la que viajaban soldados de las Fuerzas Armados, elementos 'cobras', policías preventivos y agentes de la Policía Internacional (Interpol).
También iba personal de la DEA, según reveló una fuente oficial.
Los vehículos arribaron a la cancha deportiva que estaba rodeada por uniformados en el preciso momento en que dos helicópteros del ejército de Estados Unidos aparecieron en el espacio aéreo. En medio de una nube de polvo, uno de los helicópteros aterrizó, mientras que el otro se mantuvo estático en el aire con francotiradores en el interior por mientras se realizaba la operación.
Ponce Rodríguez fue bajado del vehículo y llevado a pie rodeado por un cordón policial.
En el corto trayecto hubo forcejeos entre policías, reporteros gráficos de los medios escritos de comunicación y camarógrafos de televisión que no querían perderse las mejores tomas.
En término de segundos el guatemalteco abordó la aeronave, mientras que un policía le subió dos maletas negras que contenían sus prendas personales.
Los helicópteros partieron con rumbo al suroriente, luego dieron un viraje en dirección a la base militar de Palmerola.
Mientras tanto, residentes de la zona, que a raíz de la falta de transporte se vieron obligados a caminar, comentaron que 'gracias a Dios que se llevan a ese hombre, porque ya no soportábamos escuchar tantos carros que pasaban casi todas las noches'.
Las autoridades penitenciarias consideran que es un hecho histórico porque es primera vez que se realiza una extradición legal, pese a que Estados Unidos lo había solicitado en dos ocasiones. En mayo de 1998, la Corte Suprema de Justicia negó la extradición del exjefe de la Policía de Haití, Michelle Francoise.
Estados Unidos y el país caribeño solicitaron la extradición para juzgarlo por violaciones a los derechos humanos y narcotráfico.
El segundo caso fue el de Ponce Martínez, la CSJ declaró procedente la solicitud. El supuesto capo chapín permaneció 60 días en el principal reclusorio de Honduras, lo que obligó a la Dirección Nacional de Servicios Especiales Preventivos (DNSEP) a redoblar las medidas de seguridad.
Las autoridades recibieron el apoyo del Ejército con soldados y una tanqueta. El comisionado Danilo Orellana manifestó que por primera vez en el país se hace un proceso de extradición de un extranjero, en este caso, del señor Mario Ponce Rodríguez, conocido como 'MP'.
Prosiguió diciendo que la acción se ejecutó siguiendo el procedimiento de la firma del Tratado de Extradición con el gobierno de Estados Unidos de 1909 y 'es producto de esto que ya fue entregado (Ponce Rodríguez) a través de los personeros de la DEA'. Ahorita, agregó, ya va en proceso para el Estado de Miami.
Dijo que el extranjero no tenía ningún proceso en el país y 'aquí creo que fallaron los abogados de él, porque se hubiera declarado culpable en San Pedro Sula y lo hubieran procesado en Honduras y no hubiera dado paso al proceso de extradición'. Aquí, reiteró el oficial, fue que fallaron los abogados y el gobierno de Estados Unidos acreditó documentos a la Corte Suprema, donde se dio el proceso de extradición que se cumplió este día.
