Fomento de lectura infantil
Pasaron ya 224 años desde que en La Bastilla se dio el grito de libertad al mundo. Inspiración de la independencia de muchos países bajo el cobijo de una lucha que cambió para siempre la historia.
Un año después, el 14 de julio de 1790, se celebró por primera vez durante la Revolución Francesa la fiesta de la federación organizada, que fue creada para celebrar la recién nacida república.
Los parisinos se instalaron sobre los taludes que se habían elevado en la explanada de la Bastilla. La muchedumbre fue inmensa, muy entusiasta, a pesar del mal tiempo.
Un siglo después, en 1880, la Tercera República instauró en Francia la fiesta nacional del 14 de julio, en recuerdo de la toma de La Bastilla, cuyo objetivo es reunir a los franceses bajo el símbolo de su bandera.
Dicha fiesta también es sinónimo de reconciliación nacional.
EN LA ACTUALIDAD. El desfile de las tropas ante el jefe de Estado en los Campos Eliseos, retransmitida en directo en televisión, sigue movilizando a los telespectadores de todas las edades, y los pequeños bailes, organizados por las pequeñas orquestas, atraen a todos. El 14 de julio se ha convertido en una fiesta popular que asegura su perennidad.
En pleno verano, el baile popular es el preámbulo de las festividades del 14 de julio. En la noche del 13 de julio, miles de franceses de todas la generaciones se encuentran para celebrar bailando la fiesta nacional con música de otros tiempos y contemporánea.
En cada ciudad y pueblo las autoridades locales organizan este gran baile popular, una verdadera tradición, en la que todos comparten recuerdos, diversión, comida, danzas tradicionales y modernas, y que concluye muy tarde con juegos pirotécnicos espectaculares. En París, por ejemplo, se organizan además de los bailes conciertos populares gratuitos.
TEGUCIGALPA LO CELEBRA. Desde el 13 de julio del año 2008, la Embajada de Francia celebra en Honduras su Fiesta Nacional con una fiesta popular que se realiza en el casco histórico con al apoyo de la Alcaldía en una muestra de la amistad franco-hondureña. Durante esta primera invitación, las actividades se iniciaron en el Parque Central al ritmo de una batucada que, con sus alegres danzas, atrajo la atención de quienes allí se encontraban, llevando a sus seguidores hasta la Plaza Los Dolores. Los ritmos latinoamericanos, sabrosas comidas de la tradición francesa y hondureña, y un fraterno ambiente multicultural, hicieron de esa inolvidable tarde un momento festivo para celebrar casi hasta el anochecer.
Esta fiesta, que se ha convertido ya en una tradición en la capital de Honduras, ha tenido exitosas versiones que han sido visitadas por numerosos hondureños, franceses residentes en Honduras y amigos de Francia y Honduras que participan en una jornada de alegría y fraternidad.
Esta mañana, el evento comenzará con una vuelta ciclística por el casco histórico de la ciudad en honor a centenario de carreras de Tour de France; además del ya acostumbrado festival cultural, artístico, gastronómico y musical de las tardes. No deje de pasar por el centro de la ciudad y sea parte de esta fiesta franco-hondureña.
