Esposado de pies y manos, el alcalde José Adalid González bajó del autobús que lo trasladó desde la cárcel hasta los Juzgados con Jurisdicción Nacional.
Familiares, amigos y vecinos de Sulaco protestaron frente a los juzgados para pedir justicia, ya que aseguran que el alcalde es inocente.
Los dictámenes de las ocho exhumaciones realizadas en tres días fueron presentados en la audiencia por parte del Ministerio Público.