Sucesos

Esposo de fallecida en accidente de la CA-5: 'Me duele mucho, pero doy gracias a Dios por mi hijo”

Cuatro personas muertas y cuatro heridas es el saldo en accidente en el que un microbús fue a impactar contra una rastra averiada

25.09.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS. -Sumergido en un lindo sueño, en el que su madre está viva y su abuela también, pasó una fría noche en el Hospital Escuela Universitario (HEU) un pequeño de tan solo ocho años.

Este campeón, cuyo nombre se omite por mandato legal, es uno de los cuatro sobrevivientes del accidente vehicular en el sector de El Durazno de la carretera CA-5, en el que perdieron la vida cuatro personas.

Hasta ayer nadie había tenido el valor suficiente para decirle al niño que su mamá está en el cielo y que su abuela partió con ella.

Verdades
Con lágrimas disimuladas entre sonrisas, así pasan los minutos de Wilmer Godoy, mientras atiende a su pequeño hijo en una oxidada camilla del Hospital Escuela Universitario (HEU).

El hombre no ha podido llorar a su esposa, Gavy Melissa Vásquez Medina (35), pues no ha querido levantar sospechas al pequeño de su fallecimiento.

Su prudencia se quebranta en más de una ocasión al escuchar a su hijo preguntar por su mamá. También pregunta mucho por su amada abuelita, Mary Vásquez (53).

Y no es que él desee mentirle, simplemente no encuentra una forma para decirle que la perdieron para siempre y no volverán a verla.

“Perdí a mi esposa y a mi suegra, es un dolor profundo”, murmuró el hombre a EL HERALDO mientras empujaba la camilla de su hijo hasta la sala de cuidados intermedios del hospital.

Respiró profundo, “venían de celebrarle el cumpleaños a mi niño”, dijo mientras tomaba un poco de aire.

“Me duele, me duele mucho, le doy a gracias a Dios porque él (el pequeño) está vivo”, argumentó.

Soltó la camilla un momento y habló extremadamente suave “no sé como decirle, él no lo sabe, es tan difícil”, contó a EL HERALDO el consternado padre y esposo.

Volvió a tomar aire y habló fuerte para que su hijo escuchara: “él está bien, el brazo está quebradito y un golpe en el ojo, pero se va a recuperar”.

La caminata continuó, hasta llegar a la sala, ahí los esperaba un doctor que no sabía nada de lo que había pasado. Lo recibió sonriente.

¿Cómo estás?, le preguntó, y el niño le sonrió y le contestó: bien.

El doctor tomó confianza y le preguntó: ¿Ajá, y tu mamá?, el niño lo volteó a ver, pero ya con su sonrisa borrada... No supo qué responder y volvió sus ojos a donde estaba su papá que como pudo disimuló.

El doctor se quedó callado, una tía del niño lo llamó atrás de una cortina y le dijo, “la mamá murió y él no lo sabe”.

Al salir, el pequeño preguntó por su mami, pero solo le respondieron que estaba en el quirófano recuperándose al igual que su abuelita.

Foto: El Heraldo

A minutos de su casa
Tan solo unos 10 kilómetros para arribar a la capital y a 20 minutos para poder llegar a su casa, en la populosa colonia La Esperanza, bastaban para que la familia Vásquez Medina y los demás ocupantes del microbús llegaran a puerto seguro.

Después de pasar una semana de regocijo familiar y de diversiones en Disney World, en Orlando, Florida, Gavy, su madre Mary y su hijo retornaron al país, la madrugada de ayer martes, para seguir con normalidad sus vidas, en su tierra.

Tras cerca de dos horas de vuelo desde Fort Lauderdale, Florida, aterrizaron en el aeropuerto internacional Ramón Villeda Morales, en La Lima, Cortés, cerca de la medianoche.

Luego de unos minutos de trámites aeroportuarios y el reclamo de sus equipajes, Gavy, su madre y su hijo contrataron el microbús que los traería directo a la capital.

Junto a ellos viajó otra familia, también procedente de Estados Unidos, y que tenía como destino Tegucigalpa. Ambas familias coincidieron en el vuelo.

Don Óscar Navarro Discua, su esposa Rosalina Meza Guifarro y la hija de ambos Mercy Navarro Meza.

Asimismo, doña Elia Cristina Hernández, de quien se desconoce su procedencia, pero quien también abordó la unidad en el aeropuerto Ramón Villeda Morales, de La Lima.

Salieron del aeropuerto
El bus salió aproximadamente a la 1:45 de la mañana de La Lima, sin imaginar que horas después una tragedia cambiaría las vidas de varios de los viajeros.

Tras haber recorrido más de 200 kilómetros, después de pasar el valle de Amarateca, Faustino Ponce, conductor del microbús, no logró ver que en plena vía, al lado derecho de la calzada, estaba estacionado un contenedor.

Cuando el motorista quiso frenar ya era tarde y fue a impactar violentamente contra el pesado automotor, destruyéndose toda su parte frontal.

El conductor del bus, el pasajero que viajaba en el asiento del copiloto y una de las féminas que viajaba en la parte trasera fallecieron en el instante, mientras que Gavy Vásquez murió en el Hospital Escuela, unas horas posterior a su ingreso a la emergencia. El incidente ocurrió alrededor de las 4:30 de la mañana.

Además: Las imágenes que no vio del trágico accidenten en la CA-5

Señales a buena distancia
Según el relato del conductor de la rastra, identificado por las autoridades de Tránsito como Edwin Hernández López, “por una falla técnica se paró, de repente se apagó y comenzamos a trabajar en ella, a tratar de encenderla luego de haber puesto señalamientos atrás del vehículo”, aseguró.

Reiteró que “las puse a buena distancia e incluso un compañero estaba haciendo señales con una luz para que redujeran la velocidad y luego en el momento sentimos el impacto atrás de nosotros, eran como las 4:30 de la mañana”, recordó el motorista.

El portavoz de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNTV), José Estévez, dijo que “se constató, efectivamente, que la rastra tenía una falla mecánica, lo que lo obligó a detener la marcha del vehículo”.

“Hay una señalización por parte del conductor (de la rastra), había un cono reflectante a 50 metros, lo que a nuestro criterio es un distancia prudente”, aseveró el subcomisario Estévez.

El oficial de Tránsito aseguró que “se constató que las víctimas no llevaban puesto sus cinturones de seguridad, ni el conductor ni sus pasajeros”.

Además, resaltó que el conductor del microbús “tenía buena visibilidad, ya que la curva está 260 metros antes de donde ocurrió el accidente, o sea que tuvo 260 metros para poder haber identificado ese vehículo (la rastra)”, acotó.

Las cuatro víctimas mortales fueron retiradas ayer de la morgue del Ministerio Público, mientras tanto el conductor de la rastra fue requerido por las autoridades.

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