Opinión

EL INCLUSIONISMO

Quiero hablar de esto: el “inclusionismo”, a propósito de los incontables candidatos a presidente de Honduras, y de los nueve candidatos a decano de economía en la UNAH (la economía está en gran contienda, pero la propuesta en déficit: ¿qué proponen?). En lo político, se balbucea o manipula con el humanismo cristiano; se engancha con el liberalismo social; se insiste en la retórica del soberano. En lo académico, no he escuchado propuestas. Asumo que hablarán de administración pública, vestida de servilismo, de burocracia, de populismo, y también del Estado promotor y no interventor. Hablarán de calidad total, que solo funcionaría en su totalidad con individuos medio robotizados (…de comercio internacional, y se olvidarán de lo transfronterizo y local). Hablarán del emprendedurismo y competitividad; todo como retórica, porque no muestran proyectos reales (¿dónde están las incubadoras de empresas?).

A continuación vierto lecciones, tomadas de mi cuaderno de apuntes (2000-2012), como profesor de programas de postgrado en Unitec, UNAN-Managua (Propea) y UNAH (PLATS, Poscae, Posface), en especial, en las asignaturas de Teoría Económica, Economía del Desarrollo Rural, y Teorías del Desarrollo Humano, respectivamente (los puntos de vista son responsabilidad personal). En particular, recuerdo la enseñanza-aprendizaje que tuve con los alumnos de la maestría en Metodologías de la Investigación Económica y Social de la UNAH, entre noviembre y diciembre de 2011. Igual que en el aula, mi intención es propiciar una línea de debate. Propongo algo que denomino el “inclusionismo”. Enseguida, abordo siete lecciones sobre el “inclusionismo” (un concepto en construcción):

La primera lección sugiere tomar un papel, una pizarra o un computador. Escriban socialismo en el extremo izquierdo y capitalismo en el extremo derecho. De forma inductiva lleguen hasta el momento en que descarten a ambos sistemas; a reconocer la necesidad del Estado y del mercado: la mano visible, la invisible; y la mano de la solidaridad. Estudien las fallas del Estado, las fallas del mercado, y las fallas de la sociedad civil. En la vigilancia mutua de las fallas, se hace la convivencia y el bienestar.

Una vez eliminados los extremos, se deben imaginar un abanico de posibilidades de teorías económicas o modos de producción. A partir de ahí, concluyan que estamos en un momento de creación teórica, de tránsito práctico hacia una nueva economía, y que todos pueden contribuir en el debate. No importa la corriente de pensamiento que tomen, lo importante es alejarse del fundamentalismo. Aquí, es donde, sugiero el modo de producción “inclusionista”. Derivado de esta lección, hagan un repaso de la comunidad primitiva, el esclavismo, el feudalismo, capitalismo, socialismo. Repasen al esclavo y al esclavista; al siervo y al señor feudal; al obrero y al patrón; e inserto una idea, y hay que dar vueltas sobre ella: el “incluido” y el señor “inclusionista” (la empresa social).

La segunda lección, apunta a repasar las teorías del crecimiento económico: fisiócratas, mercantilistas, clásicos (A. Smith, D. Ricardo, T. Malthus, J. B. Say), marxismo, neoclásicos, keynesianismo, monetarismo (neoliberal). No da este espacio para explicar, toda la reinvención perenne que viene haciendo la economía para resolver su interés principal: la fuente de la riqueza. Son fuentes: la tierra, el comercio, la producción de bienes y servicios, los salarios de subsistencia, la colocación de oferta, el trabajo, la especulación, la bolsa de valores, y también la inversión del Estado. Conviene hacer una matriz, y rellenar en cada uno de los modelos económicos lo siguiente: fuente de riqueza, objetivos, naturaleza, conceptos, sectores, conflictos, ciclo económico. Digamos que la economía es una ciencia en construcción, y por lo tanto, por sí sola no puede propiciar el desarrollo. La economía no nació de una vez, y se va completando en pasos. Las ramas de la economía van apareciendo, en sucesión: cuentas nacionales, comercio, economía general y del bienestar, comercio internacional, mercadotecnia, microeconomía, macroeconomía, teoría económica, política económica, etc.

La tercera lección es un esbozo de las teorías del desarrollo. Yo sugiero lo siguiente, pero aquí pueden haber muchas variantes, y da para discutir bastante: Desarrollo económico: El proceso de acumulación de la capacidad productiva tiene lugar en el seno de un huracán de destrucción creadora. Desarrollo macroeconómico: Plantea que a los criterios macroeconómicos-estadísticos ampliamente explotados como parámetros del desarrollo, se le sumen criterios y/o valoraciones sobre avances del desarrollo en lo humano. Ética del desarrollo: Se enfoca en el estudio de las estrategias para conseguir una economía más humana. Desarrollo humano: Los alcances del desarrollo humano están dados por la sostenibilidad y la inclusión.

La cuarta lección tiene que ser sobre la pobreza, misma que no se resuelve con asistencialismo. ¿Cómo aplicar todo a la vez, es la clave?: Es bueno estar convencido de que la situación se puede revertir, y, para ello, es necesario inyectarse de la confianza y seguridad de: T. Shultz, en creer que los pobres tienen aspiraciones, intereses, y potencial para salir adelante; F. Hinkelammert, que no pierde la esperanza de que otra alternativa es posible, distinta a la magnificencia del mercado, una que no excluya, discrimine y hunda en la pobreza a importantes grupos poblacionales: todavía podemos aspirar a una sociedad sin exclusión; T. Friedman, al pensar que, en medio de la globalización, todavía podemos conseguir el equilibrio y la inclusión de los que se sienten brutalizados por ella; y, podemos escapar de los conflictivos efectos y paradojas de la globalización…; B. Kliksberg, que en medio del asombro y la perplejidad, por tanta inequidad, da luces para la fundación de una economía con rostro humano. En definitiva, la esperanza de un mundo mejor está vigente: agreguemos la economía clínica y la cooperación al desarrollo de J. Sach, el microcrédito y las empresas sociales de M. Yunus, la atención a las capacidades y/o potencialidades de los pobres, según el criterio de A. Sen.

La quinta lección, debe responder a las siguientes preguntas: ¿cuál es la institucionalidad del desarrollo?, ¿cuál es la empresa del futuro?, y, ¿qué es la economía? En la empresa, venimos de la empresa tradicional-industrial de A. Smith; pasamos por la empresa innovadora de J. Schumpeter; y llegamos a las transnacionales. Para contrarrestar, se habla de las empresas grannacionales del socialismo del siglo XXI, de la responsabilidad social empresarial de B. Kliksberg, y de las empresas sociales de M. Yunus. Como empresas sociales alternativas, se deben estudiar las ONG y las Pymes.

A nivel mundial, abrir las opciones por los pobres, amerita una crítica a la institucionalidad existente. Al menos a las siguientes instituciones: a.- Crítica a la caridad religiosa, y asumir la Doctrina Social de la Iglesia: la solución espiritual de Joseph Ratzinger. b.- Crítica al Banco Mundial de los pobres, y asumir el Grameen Bank: la solución micro-financiera de Muhammad Yunus. c.- Crítica al Banco Mundial de los más pobres de entre los pobres, y asumir los Objetivos de Desarrollo del Milenio: la solución de cooperación al desarrollo de Jefrey Sach. d.- Crítica al Banco Mundial de los ricos; reorientar la Fed (Reserva Federal) y sacarle provecho a las sociedades abiertas: la solución de turbulencias e incertidumbres de Alan Greenspan y George Soros.

Sobre el perfil del economista, ¿qué camino seguir? Mientras la Universidad de Harvard y la Escuela de Chicago están recibiendo una ola de reclamos por su reducido abordaje neoclásico, monetarista y neoliberal; las facultades de economía de Latinoamérica y Centroamérica vienen reforzando la ortodoxia económica. ¿Cuáles son los mínimos que debería saber el economista?: primero, aprender esa ortodoxia económica escolástica (esa abstracción que no es la economía real); segundo, adentrarse en el mundo de la literatura sociocultural, pues, mientras vivamos en un analfabetismo de la economía real, la literatura es un auxiliar a la realidad; tercero, vivir inmerso y/o relacionado con la gestión de la educación superior y el desarrollo (entender a la universidad como institución y su rol en el desarrollo); cuarto, tener prácticas sobre desarrollo económico local (la economía es economía internacional, macroeconomía, y microeconomía; y el desarrollo económico local es la rama olvidada); quinto, promover el desarrollo rural, pues, ahí radica la economía real de la producción.

La sexta lección es sobre la gestión del desarrollo y las trabas subyacentes. A la economía del populismo la promueve el factor péndulo (y el populismo, siempre se acompaña de la mala economía). La macroeconomía del desarrollo, conjuga con el factor monetarista (los enfoques economicistas, se olvidan de la gente). Al modelo “inclusionista”, lo margina el factor fáctico (el corporativismo de Estado traba el desarrollo). El modelo de desarrollo integral tiene una traba en sí mismo, y es el factor complejidad.

La séptima lección, es sobre la prospectiva del desarrollo; un futuro de esperanza. Concluyo que: 1.- La Doctrina Social de la Iglesia se va enrumbando mejor; 2.- La inteligencia del hombre va aumentando; 3.- Las empresas triunfadoras son post capitalistas; 4.- Todos somos “inclusionistas”; 5.- Hay suficiente teoría económica para el combate de la pobreza; 6.- Las ONG son las empresas sociales del futuro; 7.- En política, vía la intolerancia, vendrá la tolerancia.

Cierro así: los economistas manejan la teoría del crecimiento -es fácil aprenderse el manual de creación de riqueza-, y, falta asaltar la riqueza para todos; pero no tienen la voluntad ciudadana o no entienden la complejidad del desarrollo (necesitan tomar conciencia de la perplejidad de la vida cotidiana); y saben poco sobre las teorías de la pobreza (necesitan actualizarse). El plan integral de la reforma universitaria es contundente: en la misión de la UNAH, visión de la UNAH al 2025, y visión de país desde la perspectiva de la UNAH, compromete el desarrollo humano sostenible. También, el Plan de Nación, en sus principios y lineamientos, compromete el “desarrollo sostenible de la población”. Hace falta la profesión del socioeconomista.