Editorial

Y seguimos sumando

Con ellas suman 15 mujeres asesinadas en los primeros 15 días del año 2023. Cristy Fabiana Espinoza, Janahira Castillo y Ana Castillo suman su nombre a la larga lista de mujeres que han sido asesinadas en Honduras en los últimos años, ante la pasividad del Estado, llamado a preservar sus vidas.

Las tres mujeres fueron encontradas muertas ayer a orillas de la playa en la comunidad garífuna de Travesía de Puerto Cortés, al norte de Honduras.

El Conadeh estima que, entre los años 2002 y 2022, más de 7,500 mujeres perdieron la vida en circunstancias violentas, de las cuales alrededor de 300 fueron ultimadas en 2022 y que el 95% de esas muertes quedan impunes por falta de investigación y otras causas.

La impunidad o la falta de castigo a los responsables contribuye a que se sigan repitiendo esos hechos con la misma certeza que sus crímenes no serán castigados.

Es tiempo de alzar la voz para que se frenen los homicidios en contra de las mujeres y que el gobierno asuma su responsabilidad y de manera inmediata la investigación de cada caso y el castigo de los responsables.

Es tiempo ya que los y las funcionarias de los organismos estatales de defensa de los derechos de las mujeres salgan de sus cómodas oficinas a plantear acciones firmes y concretas para frenar la vorágine de violencia que enfrentan las mujeres hondureñas.

Es tiempo de que generen políticas integrales que garanticen a las mujeres su acceso a una educación de calidad, a servicios de salud dignos para ellas y sus familias, a vivienda, a oportunidades laborales y salarios decentes, entre muchas otras acciones encaminadas a elevar y mejorar sus condiciones de vida.

No hacerlo, quedarse de manos cruzadas sumando el número de víctimas que se registran día a día, solo eleva los índices de vulnerabilidad con la que se desenvuelven en la sociedad.