Fueron miles los hondureños que el sábado apoyaron la Caminata de Oración por Honduras, promovida por las Iglesias Católica y Evangélica, en varias ciudades del país, en Estados Unidos, España e Italia, todos cobijados con la bandera de las cinco estrellas para orar por una patria más justa y digna.
Fue conmovedor ver a hondureños de todas las edades, sin importar su ideología, sus condiciones sociales y económicas, todos unidos con un solo objetivo: clamar por una Honduras en paz, en democracia, en la que se respete la institucionalidad, los derechos inherentes a la persona humana garantizados por la legislación nacional e internacional, su derecho a expresarse libremente, sin cortapisas de ninguna clase.
Todos caminaron movidos por la fe en Jesucristo y por un sincero amor a Honduras, para dejar un mensaje de esperanza a todos los hondureños y demostrar que sí es posible caminar juntos, que la patria es de todos, sin importar su filiación política y que el desarrollo está en manos de todos los nacidos en esta noble tierra.
Mandaron el claro mensaje de que la agresión, la descalificación, el irrespeto del que no piensa igual a nosotros no es el camino a seguir en una Honduras fragmentada, polarizada por las luchas y las ambiciones de muchos políticos que buscan llegar o mantenerse en el poder a costa de lo que sea, y que la diversidad en la libertad nos enriquece como sociedad.
En medio de la conflictividad política que marca los meses previos a las elecciones de noviembre próximo, llamaron a ejercer el voto con respeto y responsabilidad: “Cada quien, en su conciencia, que opte”.
La mirada atenta de la ciudadanía acompañará este proceso, indicaron en un comunicado conjunto, en el que reiteraron que “es necesaria y es posible una Honduras en la que se viva la verdad, la justicia, la libertad, la honestidad y la equidad”, y dejaron una recomendación a los aspirantes a cargos públicos: “Que expresen públicamente cuáles son los valores que les inspiran, como un nuevo acto de transparencia e información”.