Garantizar el derecho al voto de la ciudadanía y el respeto irrestricto a la voluntad popular expresada en las urnas es el clamor principal del electorado a 12 días de las elecciones generales.
La clase política en contienda debe estar consciente de que su papel, en esta última etapa del proceso, es precisamente el de generar la confianza necesaria para asegurar la asistencia masiva a las urnas el día de los comicios y desechar todo mensaje que genere incertidumbre alrededor de las mismas.
El voto es el pilar fundamental de la democracia, la herramienta para reconocer o castigar la labor realizada por aquellos a quienes en la elección anterior le dieron el privilegio de manejar las riendas del Estado y, sin presiones de ningún tipo, ratificar o elegir a quienes consideren son las personas idóneas para gobernar la nación en el próximo cuatrienio.
Respetar el voto es indispensable para garantizar la confianza en el sistema electoral, asegurar la transparencia institucional y preservar la estabilidad del país, de ahí la importancia del respeto al voto. “Cuando se respeta cada voto, se respeta la voz de la ciudadanía, se protege el Estado de derecho y se reafirma el principio de que el poder solo es legítimo cuando proviene del pueblo y sirve al pueblo”, ha dicho el rector de la UNAH, Odir Fernández.
Los mensajes de preocupación que han dejado en los últimos días organismos internacionales como la OEA y el mismo gobierno de los Estados Unidos por todos los acontecimientos que afectan el proceso de las elecciones nacionales, como las tensiones entre partidos en el Congreso, el bloqueo del CNE y la parálisis del TJE que, en opinión de tres relatoras de la ONU, amenazan la legitimidad del proceso electoral, no deben caer en saco roto y, más bien, ser atendidas de inmediato por las autoridades correspondientes.
En este contexto, es fundamental el respeto inescrupuloso de la Constitución y las leyes. La democracia no debe estar en riesgo.