Para nadie es desconocido que el sector del turismo fue uno de los rubros más golpeados en Honduras y el mundo debido a las restricciones de movilidad impuestas para frenar la pandemia del covid-19.
Las cifras así lo demuestran. En 2020, primer año de la pandemia, y en comparación con el año 2019, el país vio caer en más de un 70% la llegada de turistas a su territorio, lo que empujo la caída de las divisas, el cierre de empresas y de miles de empleos. Las pérdidas económicas totales en el sector en 2020 superaron los 1,300 millones de dólares.
Con el paso del tiempo y la reapertura de los mercados y los países, tras el paso devastador de la pandemia, la recuperación de este sector tan importante para la economía nacional, ha sido lento, pero seguro. Entre 2021 y 2024 se han incrementado considerablemente el número de turistas extranjeros, entre ellos excursionistas, cruceristas y visitantes de día, así como los flujos del turismo interno, explican las autoridades de Turismo, lo que representa muy buenas noticias para la economía nacional, por el dinamismo que inyectan a sectores como el de restaurantes, hoteles, centros de recreación y otros, que por fin comienzan a recordar la pandemia y sus impactos como un sueño lejano, pero doloroso, por las consecuencias que les hizo enfrentar.
Con el paso del tiempo, las expectativas mejoran, principalmente con los asuetos como el de la presente Semana Morazánica, considerada uno de los picos de turismo interno más importantes del año, en la que esperan al menos un millón de movilizaciones a diferentes puntos turísticos del país, una meta que de llegarse a alcanzar, sin duda dinamizará la economía turística de varias regiones que se han preparado para atender el flujo de visitantes.
El optimismo mantiene vivas las esperanzas de que este año la economía turística tendrá un importante reflote, aún en medio de las limitantes económicas que golpean a un buen porcentaje de las familias hondureñas.