Precarias condiciones sanitarias

Nuestra población --tanto urbana como rural-- está crecientemente afectada por condiciones climatológicas adversas: elevadas temperaturas, contaminación ambiental que provocan deshidratación, afecciones respiratorias, dérmicas y oculares, que se suman a incrementos en casos de tuberculosis, repuntes de dengue sobre todo en el departamento y la ciudad de Comayagua, con un 70% de los casos reportados, en tanto en Wanpusirpi, Gracias a Dios, ya se reportan más de 40 pacientes.Otras dolencias que afectan a nuestra población son la tosferina, la presencia del gusano barrenador en humanos, el VIH-SIDA, mil nuevos casos anuales ocurriendo anualmente producto de la promiscuidad sexual y la ausencia de adecuada educación en materia sexual en los centros educativos, a lo que se agregan los embarazos prematuros y no deseados en adolescentes recién salidas de la infancia.El sobrepeso en jóvenes y adultos, impactando en afecciones cardiacas, debido al consumo de comidas chatarra y falta de ejercicio físico diario. El consumo de drogas y alcohol sigue creciendo, sin contar con centros de rehabilitación para los necesarios tratamientos psico físicos que superen la dependencia.Entre tanto, los centros hospitalarios estatales registran un déficit de medicamentos básicos para la atención de pacientes diabéticos y nefrológicos, y los y las médicos, enfermeras y otro personal, se han visto obligadas a realizar paros labores por falta de pago en sus salarios.Así, diversas patologías impactan nuestras vidas generando elevados gastos no accesibles para la mayoría de compatriotas imposibilitados de concurrir a clínicas privadas. El enfoque preventivo en la salud ha sido reemplazado por el curativo, lo que genera un círculo vicioso para los pacientes y sus familias, que debemos comenzar a romper.