El camino hacia las elecciones internas programadas para el 9 de marzo de 2025 está recorriéndose, sin sobresaltos hasta ahora, tal cual ha sido establecido en el respectivo cronograma electoral.
La tarea que hoy tienen en sus manos los miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE) para llevar las elecciones a buen puerto y garantizar que en noviembre de 2025 los hondureños elegirán a los nuevos administradores del Estado, tal y como lo establecen la Constitución y las leyes de la República, sin duda que es titánica.
En sus manos está que los procesos electorales que tenemos por delante sean libres, justos y transparentes.
Y para ello es necesario garantizar una total transparencia en la selección de la empresa que manejará el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), el escrutinio general y la divulgación de resultados para las elecciones primarias de 2025.
Asegurar que cada voto depositado en las urnas sea respetado, que las elecciones “estilo Honduras” son cuestión del pasado y que en nuestro país no se replicará bajo ninguna circunstancia el manoseo del proceso electoral, tal cual ha sucedido en Venezuela, es responsabilidad de quienes tienen ahora mismo en sus manos la designación de la empresa en mención.
Es necesaria una minuciosa evaluación técnica, legal y financiera de las empresas que están compitiendo por manejar el TREP: la ASD (colombiana) y Smartmatic (venezolana).
La meta es y debe ser siempre trabajar y defender la democracia, porque bien lo ha dicho el expresidente uruguayo, el izquierdista José Mujica, al momento de ejercer el sufragio en su país, el pasado domingo: “La democracia no es perfecta, pero sigue siendo el mejor sistema (...) No hace falta adularla, pero sí cuidarla”.