Es el nombre de la operación impulsada desde la Alcaldía Metropolitana del Distrito Central (AMDC), que ya ha impactado a 156 barrios, colonias, aldeas, ríos y quebradas de la capital, en las que han recolectado al menos cuatro millones de libras de basura.
Esta es una actividad que tiene como objetivo principal prevenir las inundaciones que son frecuentes en diferentes sitios de la ciudad en la época de invierno, provocadas no necesariamente por la intensidad de las lluvias, sino por las cantidades de basura acumuladas que obstruyen los sistemas de drenaje y la libre circulación del agua en los ríos y quebradas que cruzan la ciudad.
No desconocemos la importancia de estas actividades desde las autoridades municipales, sin embargo, las mismas no tendrán la efectividad que se propone si detrás de los recolectores de la basura, los ciudadanos no tomamos conciencia de la importancia de un buen manejo de todo tipo de desechos.
La prevención comienza en casa, con el pequeño gesto de depositar la basura en su lugar, de no tirar desechos de comida en la calle, de mantener limpios los espacios en nuestras viviendas, barrios y colonias, de depositar los desechos en los sitios autorizados o en los camiones recolectores en aquellos lugares que tienen el privilegio de contar con ese servicio.
No olvidemos que los residuos sólidos arrastrados por las corrientes no sólo generan inundaciones: también contaminan ríos, afectan la salud pública, incrementa el riesgo de enfermedades, deterioran el entorno urbano, causan fuertes daños al medio ambiente y daños económicos a las familias y al país, entre muchas otras complicaciones.
Prevenir las inundaciones es una tarea de todos, que exige un compromiso conjunto entre autoridades y población.
Las lluvias llegarán irremediablemente y la basura no debería ser causa de ningún desastre. Prevenir está en nuestras manos.