Ha fallecido un compatriota nacido en San Pedro Sula de origen palestino, que puso su talento, energías y vocación de servicio a la tierra que acogió a su familia, tanto la residente en la capital como en su ciudad de nacimiento. Nos referimos a don Emilio Salomón Larach Chehade (1929-2025).
Fue un caballero en toda la extensión de la palabra: respetuoso del prójimo, por humilde que este fuera; identificado con causas altruistas, imbuido del espíritu de responsabilidad social empresarial, cualidades que le valieron respeto y gratitud por sus semejantes.
Orientó sus recursos económicos hacia el rubro ferretero, brindando servicios de calidad apreciados por los usuarios, generando fuentes de empleo. A él se le veía al frente de su empresa con solícita atención al cliente, dando un hermoso ejemplo a sus empleados.
Su identificación con los hondureños marginados lo llevó a trasladarse a la Montaña de la Flor, en Francisco Morazán, para hacer entrega de materiales de construcción a los indígenas tolupanes, gesto que revelaba su espíritu solidario y su sensibilidad social.
Se puede afirmar que don Emilio fue un ejemplo y modelo para el empresariado nacional por su acrisolada honradez, su dinamismo como hombre de negocios y su sensibilidad social, méritos que lo hicieron acreedor a reconocimientos y distinciones.
Honduras está de duelo por la pérdida de un ser humano poseedor de cualidades que lo distinguieron a lo largo de su trayectoria existencial.
Extendemos nuestras condolencias a su esposa, hija y demás parientes al igual que a los empleados de sus empresas. Que en paz descanse don Emilio Larach. Queda presente y vigente su recuerdo entre todos aquellos que supieron valorarlo y se beneficiaron de su genuino espíritu altruista, fraterno y solidario.