Más de dos millones de hondureños y hondureñas, y unos 50,000 extranjeros, se desplazan por todas las regiones del país para disfrutar de las vacaciones de Semana Santa.
Las cifras son alentadoras, pues vienen a revitalizar a uno de los principales sectores de la economía hondureña y generadora de fuentes de empleo.
Si bien es cierto que este sector fue uno de los más golpeados durante la pandemia del covid-19, también lo es que hoy en día, hace todos los esfuerzos para abrir nuevamente sus ofertas en campos tan diversos como el turismo de playa, de montaña, el turismo religioso y el arqueológico, entre muchos otros.
A la par del esfuerzo de los empresarios grandes y pequeños del sector turismo, así como de los pequeños y medianos emprendedores, es necesario enfrentar otros retos, tales como la inseguridad y la infraestructura vial, para entregar una experiencia agradable a los visitantes.
Se aplauden los esfuerzos que se hacen desde la empresa privada y del gobierno, pero sabemos que hace falta mucho más por hacer para colocar a nuestro país como uno de los principales puntos turísticos de la región, el continente, y por qué no, del mundo.
No hay duda que hay mucho por hacer, pero también que Honduras tiene todo lo necesario para brillar en el mapa turístico mundial, pues para ello cuenta con todos los recursos para lograrlo.
Este 2025, las autoridades proyectan una derrama de al menos 1,000 millones de lempiras, solo en esta temporada, un ejemplo de la importancia del sector, que sigue siendo una de las principales fuentes de entrada de divisas a la economía y de generación de empleos tan necesarios para ayudar a disminuir la pobreza que actualmente se vive en el país.
