Asume hoy la presidencia del Consejo Nacional Electoral (CNE) la consejera Ana Paola Hall, en sustitución de Cossette López, en cumplimiento de los mecanismos de rotación que rigen a ese organismo.
Este es un cambio de mando que no puede pasar desapercibido tras las turbulencias a las que en su gestión debió enfrentar la consejera López, quien ante los ataques y desagravios a los que se vio sometida luego de las elecciones internas de marzo pasado, mostró su firmeza en la defensa de la institucionalidad y la democracia, y su disposición de hacer prevalecer la Bandera de Honduras por sobre las partidarias y el respeto irrestricto a la Constitución y la Ley Electoral.
Hoy, Hall asumirá la presidencia del organismo, sin que el Congreso Nacional conociera la renuncia condicionada que interpuso hace unos meses aduciendo presiones externas y amenazas a ella y su familia, y con el reto de levantar las banderas de su antecesora: de asegurar elecciones transparentes y la defensa firme de la democracia por sobre los intereses de cualquier fuerza interesada en desestabilizar el proceso electoral.
Hall tendrá bajo su responsabilidad el desarrollo de las elecciones generales de noviembre próximo, bajo la mirada de una sociedad que demanda un proceso estrictamente apegado a las leyes y el respeto de la voluntad del pueblo expresada en las urnas.
Generar ese ambiente de seguridad quizá no le sea fácil en medio de la creciente polarización política de la sociedad y la clase política, que sin duda golpea al organismo electoral.
No obstante, tiene tras de sí el ejemplo de su compañera de pleno, quien ha mostrado su firmeza y determinación en el ejercicio del cargo, pero más importante, el apoyo de un pueblo que anhela seguir fortaleciendo la democracia, luchando contra la corrupción, protegiendo las instituciones y promoviendo una cultura cívica de participación y rendición de cuentas.
