El 21 de marzo recién pasado, la ciudadanía fue sacudida por la denuncia de la consejera presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López Osorio, quien afirmó haber sufrido agresión verbal por parte del Jefe del Estado Mayor Conjunto (EMC). Se sintió intimidada por el poder, la arbitrariedad y las armas que portaban los involucrados, y decidió protegerse mediante la denuncia pública.Junto a ella, la consejera Ana Paola Hall también alzó la voz. Ambas, mujeres valientes y comprometidas con la legalidad, entendieron que no se trataba de un asunto menor: no podían dejar pasar el desacato, pues ello abriría la puerta a abusos mayores. De inmediato, ciudadanos y la organización de la sociedad civil “Mujeres por Honduras” decidimos convocar una vigilia para visibilizar los hechos. Más allá de las personas involucradas, lo que se irrespetó fue la institucionalidad del órgano electoral. Así nació la Vigilia Cívica por la Democracia y la Institucionalidad del CNE, en apoyo a las consejeras López Osorio y Hall.La vigilia comenzó ese mismo día en el parque del complejo hotelero donde, en época electoral, opera el Centro Logístico del CNE. A veces oramos, otras cantamos y bailamos, y muchas veces gritamos: ¡Viva Honduras! Desde entonces y hasta el 8 de abril, día de la Declaratoria de las Elecciones, mujeres y hombres, sin distinción de partido político ni fe religiosa, nos reunimos de 6:00 p.m. a 8:00 p.m. para recordarle a quienes conducen la nación que el pueblo vigila la institucionalidad en general y, en particular, la del CNE.No están solas. Estamos en esta vigilia cívica como un acto pacífico de alerta, protesta y reflexión. Ni en este caso ni en ningún otro permitiremos que cualquier amenaza a la institucionalidad y al sistema democrático pase desapercibida. Como organización y como sociedad, exigimos el cumplimiento de las leyes y reglamentos que rigen el CNE. Los hechos desatendidos pueden agravarse en el futuro. ¡Vamos a la vigilia!
