Reconstruyendo e interpretando el pretérito

"Explora la historia de Honduras y su legado, desde Cecilio del Valle hasta nuestros días, resaltando aportes que enriquecen su identidad y progreso"

  • 03 de diciembre de 2025 a las 00:00

El pasado y el presente hondureño han sido estudiados y analizados tanto por historiadores nacionales como extranjeros, sea de manera sintética o específica, en áreas concretas de su preferencia y/o especialidad.

Esta serie de pinceladas y bocetos que hoy inicio pretenden un doble objetivo: reconocer sus múltiples aportes historiográficos y divulgándolos para que los lectores valoren y ubiquen la época específica y el contexto en el cual vivieron, pensaron y actuaron.

Escogí un enfoque cronológico, sin pretensiones de rigor académico; todos los aquí incluidos se remontan a los siglos XIX, XX e inicios del XXI.

José Cecilio del Valle (1777-1834). El pionero en el abordaje de hechos, temas y personajes analizados por este criollo hondureño, influido en su intelecto y cosmovisión por el influjo del Enciclopedismo francés, la Economía Política inglesa, asimilados en la Universidad de San Carlos de Borromeo, Guatemala, cuyos programas de estudio tradicionales fueron reemplazados por las nuevas corrientes ideológicas gracias al sacerdote costarricense Fray Antonio Liendo y Goicoechea, que contó entre sus discípulos al futuro abogado Valle, pronunciando conceptuosa oración fúnebre a la muerte del Maestro. En sus escritos encontramos enfoques históricos respecto al tricentenario pasado colonial, criticándolo por la imposición, sojuzgamiento y explotación a que fueron sometidos, reducidos a la esclavitud, luego a la servidumbre, despojándolos de sus tierras. Interpretó la Conquista como una colisión de dos mundos y culturas: la hispana y la aborigen; la primera, victoriosa; la segunda, vencida. Se solidariza con nuestros ancestros pese a su posición social y económica, privilegiada como propietario de latifundios.

Su condena al sistema imperial hispano lo formuló con posterioridad a 1821, previo a esa fecha actuó como funcionario colonial y como alcalde de Guatemala. Al ser anexada Centroamérica a México, electo diputado al Congreso imperial, se trasladó a la “Ciudad de los Palacios”, en el recorrido anotando flora, altitudes, temperaturas de los lugares transitados. El contenido de tales observaciones se extravió, apenas fragmentos publicados por su principal biógrafo, Bumgartner.

En México, defendió el derecho del istmo a recobrar su libertad. Arrestado, confinado a celda conventual, pasó a ser nombrado canciller del Imperio (el único no mexicano en asumir tan importante cargo).

Diversos autores han escrito la trayectoria vital, ideario, trascendencia y vigencia de su proyecto integracionista: Ramón Rosa, Eliseo Pérez Cadalso, Rafael Heliodoro Valle, Medardo Mejía, Rafael Leiva Vivas, Julio Escoto, Mario García Laguardia, Carlos Meléndez Chaverri, Ramón Oquelí, Matías Funes, Horacio Barrios, Segisfredo Infante. Jorge Fidel Durón legó los manuscritos adquiridos por su padre a la universidad que lleva el nombre del pensador ilustrado, que existió para orientar y advertir a sus compatriotas respecto a las posibilidades de progreso y modernidad y los peligros acechando de no unificarse en una sola nación. Expiró cuando ya la guerra civil, los localismos, las ambiciones inglesas anulaban su anhelo de patria grande.

Te gustó este artículo, compártelo
Últimas Noticias