Medardo Mejía: bardo, ensayista, dramaturgo

Su historiografía ha sido analizada como producto de su interpretación marxista mecanicista, empero, introdujo por vez primera enfoques distintos a los tradicionales, meramente narrativos

  • Actualizado: 24 de diciembre de 2025 a las 00:00

Ocupa lugar prominente en las filas de la intelectualidad hondureña. Desde su natal Olancho (Manto) -cuna de José Antonio Domínguez, Froylán Turcios, Federico Peck Fernández, Alfonso Guillén Zelaya, Clementina Suárez-, recorrió como emigrado político o invitado distintas naciones, lo que aunado a sus vastas y diversas lecturas forjaron un sólido acervo cultural concretado en temáticas diversas: históricas, literarias, periodísticas, abordando, entre otros, a los mayas de Copán, Francisco Morazán, José Trinidad Cabañas, Juan Lindo, Froylán Turcios, Paulino Valladares, Juan José Arévalo, Don Quijote, demostrativos de su amplio horizonte humanístico.

Su historiografía ha sido analizada como producto de su interpretación marxista mecanicista, empero, introdujo por vez primera enfoques distintos a los tradicionales, meramente narrativos.

Tanto sus escritos como su conversación incluía destellos de buen humor, a ratos irónicos, siempre chispeantes. Su sentido de fraterna amistad -amplia e incondicional- se proyectó hacia diversas personas, incluyendo a mi padre, su paisano.

Calificó sus poemas “El tamarino del colegio” y “Canción a Victoria López” merecedores de ser incluidos en cualquier antología literaria centroamericana. Resucitó la prestigiosa revista Ariel fundada por Turcios, dándole continuidad en una segunda etapa, insertando en sus páginas poemas de Guillén Zelaya, en tanto su prosa escrita en el exilio mexicano ha sido parcialmente recuperada por el compatriota Tomás Erazo.

Su postrer contribución al conocimiento histórico fue la obra multivolumen Historia de Honduras, contentiva de una corta autobiografía (1907-1981).

José Reina Valenzuela: Farmacéutico, biógrafo. (1907-1997). Comayagüense. En mi opinión, su investigación más relevante, por pionera, fue Historia de la Farmacia y la Medicina en Honduras, desde el periodo precolombino, colonial, republicano, que con acierto recorrió la rama de la salud, continuada por la colega Sixta Yesenia Martínez.

Tuve el honor de ser favorecido con su amistad; en 1975 me propuso escribir conjuntamente una obra, gesto que lo interpreté como un acto generoso de su parte. Producto de tal esfuerzo colectivo quedó plasmado en “Marco Aurelio Soto: Reforma Liberal de 1876”.

Ernesto Alvarado García. Abogado, archivista. (1904-1972). Copaneco. Su tesis de grado “Base naval en el Golfo de Fonseca” refuta la pretensión de Washington por construir la terminal del proyectado canal interoceánico por Nicaragua, en aguas compartidas por Honduras, El Salvador, Nicaragua. Escribió acerca de la “conquista espiritual” en la Taguzgalpa, el misionero catalán Subirana, cuyas gestiones por la titulación de las tierras indígenas de Yoro han sido analizadas por William Davidson, y su trayectoria vital por Rolando Sierra y Miguel Rodríguez.

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