Columnistas

 Lealtad, Honor, Sacrificio


Lema difuminado en el tiempo, es ahora solo palabras sin sentido, sin lealtad, sin honor, sin sacrificio.
Bajo este lema nació una institución que el soberano lo designó ser el brazo armado de la nación, brazo que combatiría al enemigo cuando fuerzas extranjeras osarán pisotear la soberanía a través de intervenciones armadas.
Mas, este pueblo que durante años se le ha denominado pueblo pacifista por soñadores, la historia nos muestra cruentas guerras intestinas donde la destrucción del hermano hondureño por medio de las guerras montoneras era solo por el poder político y utilizar dicho poder al gusto del partido político que se hacía de él.
Recordar como los militares se hicieron del poder civil a través de un golpe de estado en tiempos de Julio Lozano Díaz, la apropiación del poder de nuevo a través de otro golpe de estado cuando el endeble “pajarito” entrega el poder para que su correligionario “modestón” no llegara al poder porque Honduras se quedaría sin bosques porque no alcanzarían los pinos para colgar a sus adversarios.
Apoyados por la mancha brava de los cahurecos se mantiene en el poder el gobernante de facto que solo cambió el sillón de golpista a uno democrático.
Y ahí comenzó la historia de corrupción de los verde olivo, éste gobernante adquirió tierras a granel haciéndose latifundista, se hizo banquero, compró aviones y hasta formó una empresa de transporte aéreo, vestía con los mejores casimires, fumando habanos de Cuba y se adueñó de Honduras a través de la imposición militar, creó nuevas unidades militares, compró nuevas armas de fuego y mantuvo el servicio militar obligatorio donde el derecho humano era pisoteado por el pago de cincuenta lempiras; “obediente, no beligerante”.
Sus pupilos aprendieron la lección de enriquecerse rápidamente, cuando llegaba un elemento a capitán ya disfrutaba de privilegios y debería a tener su pequeña hacienda, su automóvil, sus residencias, etc. no digamos si era coronel; con grandes prebendas adquiridas a través de esquilmar los presupuestos de las unidades, la invención de soldados llamados fantasmas porque aparecían en el listado o planillas, pero ausente de los cuarteles y este billete iba a la bolsa izquierda de los comandantes.
Se hicieron hacendados, se enriquecieron de la noche a la mañana, era común verlos en las coronelas, disfrutando de vehículos de ultima generación, con guardaespaldas, en mansiones, comiendo caviar y haciéndoles las venias correspondientes.
Después se hicieron varios golpes de barraca porque se sucedieron varios comandantes llegando ser Jefes de Estado y se hizo la fiesta de los petro dólares, dejando al país con una economía por los suelos.
Dejaron una estela de masacrados, desaparecidos, entregaron el país a ejércitos foráneos y se volvieron políticos.
El gobierno del ejército se volvió civil, fantoches que no sabían de armas ni disciplina, empezaron a corroer el ideal de la rama ejército. Empezó la compra de conciencias y de obtener regalías haciendo Generales a personas que no tenían los requisitos que manda la ley orgánica del ejército, sino que era por amistad, compadrazgo o por el simple hecho de dañar a la promoción que le correspondía la sucesión.
Y es que el poder político ha utilizado este brazo a su antojo, a pesar de ser garantes de la Constitución éstos la han pisoteado a su antojo, provocando un golpe de estado por el simple hecho de que un absurdo gobernante se le antojó una consulta y que había golpeado los bolsillos de los poderosos y como era imitador deseaba un país con un socialismo del siglo XXI.
Hoy, la lealtad es hacia el gobernante que los tiene como guardia pretoriana, se invierte miles de millones en tenerlos comiendo de la mano de éste porque obtienen regalías extras al momento de su retiro obligatorio, los tiene como verdugos de los que alzan su voz por las injusticias que hacen los gobiernos de los políticos.
La vergüenza debería ser su estigma porque han incumplido el mandato que se les dio, en vez de eso se han vuelto en contra de este pueblo que una vez confió en ellos.
Este pueblo los ha querido porque hasta asignó un día denominado día de las Fuerzas Armadas de Honduras y aún se les ha permitido apropiarse del 3 de octubre denominado día del soldado cuando en realidad se celebra el natalicio del héroe de la Federación Centro Americana, el General Francisco Morazán.
A pesar de que los políticos han hecho golpe de estado, que han nombrado magistrados de la Sala de lo Constitucional impuesto por el gobernante del Congreso Nacional, donde se protegen a diputados corruptos, donde las condenas penales van como revancha por haber despotricado y no haberse mantenido en el redil de los corruptos, donde a políticos se les señalas como los principales narcotraficantes de la nación, la Fuerzas Armadas son cómplices, sea por acción u omisión.
No crean que la soberanía del territorio nacional solo les compete solo a ustedes, porque “en cada hondureño un soldado”, sólo deseamos que el lema: Lealtad, Honor, Sacrificio flamee de nuevo bajo la bandera de honradez, la ética, la moral y con el principio de los preceptos constitucionales.
No olviden que se deben al pueblo y deben de romper las cadenas que políticos les han puesto alrededor del cuello.