Observamos indignados la ilegal y penosa conducta del Jefe de Estado Mayor Conjunto (JEMC). Sus actuaciones son propias de activista político y no de alto mando militar sujeto al imperio de la ley y que por honor militar deben ser de neutralidad. Conducta errática. Confirmadas las sospechas de su interés en congraciarse con la oligarquía melista: los solapa en intentar la desestabilización del proceso electoral. Un día es una y otro, otra. Amanecemos temiendo cual será la siguiente ocurrencia. Tanto del comandante-presidente Zelaya como del JEMC. Intromisión en los asuntos civiles, excesos, o la última de esas absurdas ocurrencias: acusar de calumnias y más delitos a la consejera Cossette López Osorio. Otro intento de silenciar las voces críticas y congraciarse con quienes intentan maniobrar la institucionalidad para continuar exprimiéndola en su beneficio. Es jurídicamente insostenible y totalmente inaceptable que un jerarca militar intente intimidar a una autoridad electoral. Debiera estar comprometido con la ley y ser garante del respeto a la independencia y protección del ejercicio de las funciones de la consejera. El JEMC trata de apoyar a la oligarquía melista en su afán de separar a la consejera para ser sustituida por un suplente del PLR y distorsionar el proceso electoral. Todo para continuar con sus ominosas y voraces prebendas y lograr eterna impunidad. Carentes de ética, estas actuaciones lindan con el delito, implican injerencia en un ente constitucional autónomo con la intención de alterar el equilibrio electoral. Honduras rechaza que un militar pretenda ser un árbitro político. El proceso electoral debe estar fundado en equidad, legalidad y legitimidad, no en elucubraciones ni sumisión a grupúsculo creador de caos. El CNE debe ser protegido por la ciudadanía. El CNE no puede subordinarse a antojos de quien ciego de ambición, olvida su juramento patrio y confunde disciplina militar con subordinación política. ¡Que vergüenza! Quizás rectifica el JEMC.
JEMC
El CNE no puede subordinarse a antojos de quien ciego de ambición, olvida su juramento patrio y confunde disciplina militar con subordinación política. ¡Que vergüenza! Quizás rectifica el JEMC
- 22 de noviembre de 2025 a las 00:00
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