Feliz cumpleaños

"Septiembre es tan festivo que Tegucigalpa también celebra su aniversario y su santo y, además, celebramos el Día del Niño y el Día del Maestro"

  • 23 de septiembre de 2025 a las 00:00

Hoy quiero hablar de los cumpleaños, a propósito de septiembre, mes en el que abundan los nacimientos y en el que también Honduras y otros países en el mundo celebran su independencia.

Septiembre es tan festivo que Tegucigalpa también celebra su aniversario y su santo y, además, celebramos el Día del Niño y el Día del Maestro. A modo de paréntesis diré que septiembre es un mes que ya huele a diciembre: octubre y noviembre son un suspiro.

El día del cumpleaños es el encuentro especial entre lo que fue y lo que posiblemente será. Es, entonces, evaluación del pasado y puesta en perspectiva del futuro. El día de nuestro cumpleaños es más existencial de lo que parece. Yo ese día me hago muchísimas preguntas.

En nuestra cultura los cumpleaños tienen unos rituales. Hay un pastel y unas velas que apagamos mientras pedimos un deseo que, por supuesto, es secreto. Yo siempre he querido saber qué piden las personas. Creo que esos deseos delatan lo que somos y qué cosas nos importan de verdad. Yo sostengo que el momento del canto antes de partir el pastel es quizá el más incómodo de todo el año. No conozco ninguna persona que haya salido bien librada.

Según la fe de cada uno, hay alguna actividad religiosa o por lo menos oraciones. Hay regalos que funcionan como símbolo del cariño profesado y que, en algunas ocasiones, esconden historias enternecedoras. A veces todo esto sucede en una fiesta y a veces en la cotidianidad.

Un ritual más moderno consiste en una ola de mensajes que durante el día van cayendo a los teléfonos. También hay quien prefiere hacer una llamada telefónica, esto depende de la cercanía.

A veces en ese día se dice todo lo que, por la cultura represiva en la que crecimos, no se dice el resto del año, con excepción quizá de Navidad y Año Nuevo. Ese día, tal vez, nos damos permiso de querer más libremente y de hacernos querer. Nos damos permiso de abrazar y ser abrazados: ¡imagínese usted! Son días que ocupan un lugar especial en nuestra memoria.

Hay quien le suele dar aún más relevancia a algunos cumpleaños, como cuando se entra a una década o incluso a los múltiplos de cinco. Y a propósito de los múltiplos de cinco, durante mucho tiempo tuvo una gran relevancia en nuestra sociedad la celebración de los quince años en las adolescentes. Siento que poco a poco las jóvenes le dan menos importancia a esta fiesta.

También es relevante el primer año, este se celebra, cuando es posible, por todo lo alto, y no es para menos. Son muchas las dificultades que se superan. Otro cumpleaños importante es en el que se alcanza la mayoría de edad.

Y claro que un cumpleaños debe ser celebrado en cualquier lugar del mundo, pero en Honduras sobre todo se debe agradecer la vida y el bienestar, porque este país es hermoso, pero no es fácil. Es un día para sentirse único, porque tenemos derecho a sentirnos de esa manera.

Con los años, los cumpleaños van cobrando un nuevo sentido. Los recuerdos aumentan, pero al mismo tiempo se hace más difícil encontrarlos con nitidez en nuestra memoria; y los planes los calculamos con más cuidado, precisión y ojalá que con más sabiduría.

Así que celebre su cumpleaños y celébrele a sus más cercanos. Dese la oportunidad de sentirse único y haga que alguien más se sienta único. Quiera y déjese querer. Y si usted cumple años en septiembre: ¡felicidades!

Josué R. Álvarez
Josué R. Álvarez
Escritor y docente

Autor de “Guillermo, el niño que hablaba con el mar”, “Instrucciones para un taxidermista” y “De la estirpe del cacao”. Ganador del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, el Concurso de Cuentos Cortos Inéditos “Rafael Heliodoro Valle” y el Premio Nacional de Poesía Los Confines.

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