Estándares bajos

La Honduras que merecemos se construye día a día”.

  • Actualizado: 25 de octubre de 2025 a las 00:00

Es necesario que, como hondureños, hagamos un ejercicio personal para analizar si realmente tenemos estándares altos o bajos. Pienso que, en el sentido político, los tenemos bastante bajos. Medimos a nuestros políticos con una vara muy corta. Muchos miembros de la élite político-partidaria de Honduras tratan sus aspiraciones y funciones como si su vida fuera la de una estrella de rock de los años ochenta.

Con frecuencia, el hondureño valora más las cualidades físicas, los gustos personales o el estatus económico de los candidatos antes que sus propuestas. Y ahí comienza el error. Es un asunto pragmático: oferta y demanda. Los hondureños demandamos estándares bajos, y el sistema nos ofrece políticos con capacidades igualmente bajas. Votar por personas tomando en cuenta aspectos que no importan en el ejercicio de sus funciones es como buscar jugadores para un partido de fútbol en medio de uno de baloncesto: no tendremos los resultados que queremos ni esperamos. Por eso es necesario buscar bien, identificar las cualidades que necesitamos y analizar si esa persona cumple con los estándares mínimos. Lamentablemente, no ha sido así, y por ello vemos los resultados que tenemos: la Honduras que hemos heredado.

Es urgente que elevemos los estándares. No quiero demeritar a nadie, pero ninguna persona merece ser diputada, alcaldesa o presidenta únicamente por haber sido futbolista, por ser conocida en la televisión o por volverse viral en redes sociales. Está claro que esos elementos ayudan al posicionamiento del candidato, pero para valorar si merece nuestro voto debemos considerar sus resultados en la gestión pública (si ya ha ocupado un cargo), sus propuestas (si es la primera vez que aspira) y, sobre todo, analizar las capacidades que tiene para cumplir lo que promete.

Nuestros postulantes a cargos de elección popular deben tener claro que, si llegan a la función pública, es para trabajar y encontrar soluciones a los problemas de Honduras, no solo para alcanzar el poder. Debemos entender que, para muchos políticos, llegar al poder es su logro; para el pueblo hondureño, el verdadero logro es que materialicen resultados tangibles y medibles en las áreas críticas que el país necesita. No solo los jugadores de la Selección de Honduras deben sudar la camiseta; también nuestros funcionarios y aspirantes a cargos públicos. La Honduras que merecemos se construye día a día, no solo durante la campaña electoral. Por eso debemos observar el entorno en el que estamos y analizar quién merece nuestro voto y quién no.

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