“El fraude soy yo”

Es imperativo que se tomen las medidas necesarias para blindar el proceso electoral “

  • 26 de julio de 2025 a las 00:00

Honduras atraviesa uno de los períodos más oscuros y desalentadores en materia de gobernabilidad, transparencia y legalidad, reflejando una grave crisis institucional y de legitimidad, causando un proceso de descomposición política que afecta todos los sectores, y, el sistema político en lugar de estar fundamentado en el Estado de derecho lo han sumido en prácticas de extorsión y manipulación política, económica, jurídica y moral, destruyendo las bases democráticas de la nación.La administración de Xiomara Castro y con la evidente influencia de Manuel “Mel” Zelaya, siguiendo intereses políticos e ideológicos (socialismo-comunista) contrarios a los intereses de la sociedad y del Estado, nos han conducido a través de atajos inconstitucionales, mediante la permanente violación del Estado de derecho, y que, con su repugnante impunidad y desvergonzada corrupción, ha recetado al pueblo un altísimo desempleo; una humillante y progresiva pobreza y con unos servicios de salud que son la muerte.

El pueblo hondureño y la comunidad internacional son testigos que el Consejo Nacional Electoral (CNE) fue objeto de la intervención directa de Mel Zelaya juntamente con miembros del Partido Liberal, para desestabilizar el órgano democrático y el proceso de las elecciones generales, ejerciendo presión para retirar la consejera representante del Partido Liberal. Con tal acción, pretendían, o pretenden aún, encontrar asideros a modo de manejar a su voluntad e interés el órgano electoral y consolidar el ansiado fraude electoral, que le permita al Partido Libre, y al mismo Mel Zelaya, continuidad en el poder, para protegerse y proteger a sus familiares de la extradición hacia Estados Unidos de América.

La amenaza del fraude electoral es una posibilidad concreta que muchos sectores de Honduras y de la comunidad internacional han denunciado oficialmente.Es bueno traer a memoria las declaraciones de Mel Zelaya que destacan por su actitud desafiante a la democracia y hacia Dios, manifestó que: “mediante fraude electoral gané la presidencia” y “en Honduras cualquier pendejo es presidente”, son frases que evidencian desprecio al pueblo y a las normas democráticas. Declaró, además: “llevé brujos y hechiceros a Casa Presidencial para que hicieran limpias y protegernos de todo mal” y “No temo a Dios porque vivo con rectitud”. Estos comentarios revelan la iniquidad que vive en él y su determinación de darle la espalda a Dios.

Hoy, la fe del pueblo hondureño está puesta en el Dios Todopoderoso, en el Dios y Señor de los Ejércitos y en las elecciones generales de noviembre, y que, por fin, podamos salir de este ciclo de corrupción y desconfianza. Es imperativo que se tomen las medidas necesarias para blindar el proceso electoral de cualquier intento de fraude. El pueblo debe decidir su futuro con libertad y transparencia, sin manipulaciones ni engaños.Finalmente, es bueno conocer la realidad y entender que él “melismo” ha llegado a su fin. Queda planteado.

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