Escuchamos la frase Estado de derecho, con referencia a la necesidad de mantener un régimen jurídico que sea garantía para las inversiones, cuestión que es correcta, nadie va a invertir en un país donde no haya institucionalidad en cuestiones legales, pero, la expresión resulta limitada, toda vez que se refiere únicamente a lo que tiene que ver con la inversión económica, sin considerar la calidad de la vida humana.
El Estado de derecho en las relaciones internacionales no es de interés cuando se trata de aplicarlo de manera generalizada. En las relaciones internacionales, vivimos los derechos perfectos para el bloque de naciones industrializadas liderado por Estados Unidos y los derechos imperfectos para las naciones del sur global ubicadas en África, Asia, América Latina y el Caribe.
En Gaza, según cifras oficiales de sus autoridades, hasta el 18 de agosto del 2025, más de 62,000 palestinos habían muerto en la guerra, siendo los responsables las autoridades israelitas. Nadie puede parar ese genocidio, aunque es contrario a las normas internacionales.
En el caso de los aranceles, que el presidente estadounidense Donald Trump ha empezado aplicar, se ven sin cuestionar la naturaleza legal o ilegal de los mismos, aunque viola los tratados de libre comercio firmados entre varios países y Estados Unidos, apenas China ha presentado demandas en la Organización Mundial del Comercio (OMC), misma que podría tardar años en resolverse, lo más probable es que sea engavetada. Un empresario hondureño lo que hizo fue invitar a sus colegas a adaptarse a esas nuevas realidades.
El presidente Trump ha firmado una orden ejecutiva por medio de la cual el Pentágono deberá comenzar un operativo militar para combatir carteles de la droga que operan en América Latina. En cumplimiento de esa orden, ya está en marcha un operativo de grandes proporciones, que más parece que la intención es ocupar un país que capturar y desmantelar acciones delictivas. La fiscal estadounidense, Pam Bondi, en su última declaración ha dicho que se está investigando el trasiego de la droga por Honduras, Guatemala y México, procedente de Venezuela, pero el operativo militar está en curso. Eso sucedió con Irak, invadieron al país bajo el pretexto de armas biológicas y cuando terminaron las acciones militares, descubrieron que no había armas de destrucción masiva. Cualquier estudiante de la facultad de derecho de una universidad latinoamericana, no vacilaría en decir que eso se llama intervención con fines de dominar.
En el caso de Cuba, ya no hay sanción que aplicarle, le han tirado a matar -ha dicho el presidente Díaz Canel. Todo lo que se ha hecho con ese país caribeño y lo actuado en contra de Venezuela y sus autoridades -más allá de las razones esgrimidas- son contrarias a la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) y a la normativa establecida en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Se trata de un intervencionismo, típico de la doctrina Monroe.Un débil Estado de derecho interno, un Estado de derecho internacional basado en la fuerza, es para vivir en un mundo caótico